lunes, noviembre 07, 2005

Fantasmas III

Ya no me divierto con estas lecturas pos Conjura de los necios, con Ferdydurke apenas me reí, una risa amarga, que no sirve. Vi esta película en Canal 2 Andalucía, American cuisine, una comedia con un guión tan malo, que no te ríes, y ni siquiera se conoce lo que es la alta cocina, porque al director tampoco le interesa, lo único que muestra es el mal carácter del protagonista, que interpreta Eddy Mitchell, y la gracia de una Irène Jacob que parece un pez fuera del agua. Los tópicos del chico americano que busca el éxito, el cambio de vida al menos, en una Francia que se mira el ombligo. En fin, hora y media perdida. Luego daban, esta vez sí en VOS, Tú ríe, de la que no tenía referencias. Nada de risa.

Pasa el sábado, no sé qué leer, veo en mi librería habitual El extraño incidente del perro a medianoche, que tal vez sea mi próxima lectura. Lo que leo es un relato de Thomas Pynchon, uno de mis favoritos, no hace falta decirlo, titulado Mortality and mercy in Vienna (Aloes Books London), pero que leyéndolo uno se da cuenta que es de coña, porque la acción transcurre en Washington, jeje. En la primera página aparece este título, sobre otro tachado: MURDER CONTRACT, y debajo by "Griff". Lo que corresponde realmente al contenido del relato: un "contrato para asesinar", en el que se ve envuelto Siegel, el protagonista. El encargo de Rachel es venenoso, de suma ambigüedad. En el piso de David Lupescu se reúne una fauna de lo más extraña, como Paul Brennan, la bohemia Lucy o la ninfómana Debby Considine (Pynchon y su galería de mujeres fascinantes), que en su viaje a Ontario se trajo un indio (Irving Loon) que desencadenará una pequeña tragedia. Siegel recuerda una enseñanza de Harvard, sobre la posesión de los Ojibwa, presos de una psicosis colectiva (Windigo psychosis) en la que ven a los humanos como castores. Algo hay que hacer, y pronto. El final es impredecible, y uno nota una vez más el fino humor, tan inteligente, de Pynchon.



Pero termino de leer esta historia, y tampoco me divierto, no hay alegría. Y voy al rastrillo y no hay nadie vendiendo discos de vinilo de música clásica, sólo batatas y cositas antiguas para quien tiene casa, yo no tengo nada. Me bajo al mirador, allí estoy un rato como lagarto al sol, luego me voy a la Torrecilla, mi sitio favorito de los últimos meses. Me quedo allí leyendo a la terrible Sarah Kane, 4.48 Psychosis, su última obra de teatro, en donde puede verse el paisaje psicótico de sus últimos meses, arrastrado una depresión espantosa que la llevaría al suicidio, los médicos y las pastillas (hay un pasaje muy gracioso en donde aparecen estos fármacos estúpidos) no pudieron hacer nada. Cómo me gustaría ver representada una de estas obras. Y es verdad lo que dice el autor de la presentación, lo que importa aquí es lo que esta obra dice de cada lector, de mí dice mucho. Fluir en esa luz eterna, irse al infierno.

Está claro que la lectura no ayuda, sólo un poco el sol tibio de otoño, y el rumor del mar, que no cesa. A las cinco y pico me subo a casa, pero sin ganas, y temiendo encontrarme con el ruido de la chusma que me rodea. Escucho la cara 3, disco 2, de la ópera de Britten. Descubro que la película de Amenábar, Los otros (que pasaron el viernes en VOS, ¡pero con cortes de publicidad!) tiene bastantes puntos en común con esta obra original de James y libreto de Myfanwy Piper. Exactamente, en la escena 2 del acto II, hay las siguientes palabras:

Governess: Why are they so charming? Why so unnaturally good?
I tell you they are not with us, but with the others.


Luego el propio Miles se referirá a esos "otros".

Pero la música tampoco me divierte, y el domingo felizmente pasa, y llegará otra semana, ya está aquí, y falta justo un mes para que vaya a Barcelona. Mi madre me cuenta que soñó que yo había muerto, ella estaba muy mal, venía M. a verlos, mi madre preparaba bacalao... Este sueño no creo que vaya muy descaminado.

Siguen los disturbios en París y otros lugares, y algún periodista necio pone imágenes de mayo del 68, como si esto de ahora fuera una revolución. No, la chusma es la chusma. Son los nuevos bárbaros del siglo XXI, y sólo cabe una medida: actuar contundentemente contra ellos, porque hay mucha buena gente en esos barrios a los que les están jodiendo la vida estos marginados de mierda. No me explico cómo la policía francesa es tan blanda, no lo entiendo.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Ya veo que vuelves a Francia, y propones una novedosa y sugestiva receta, rica en matices: palo y tentetieso.

Hablar de policía blanda es algo así como hablar de bolas de nieve fritas. A la policía le gusta más atizar y hacer sangre que a Villepin mirarse al espejo y sentirse Napoleón.

Tiene su gracia que pidas contundencia contra esos "marginados de mierda". Deberías leerte un poco más a ti mismo. Si hay alguien a quien le venga como anillo al dedo la definición de "marginado" es a ti, o al menos al personaje que te has construido. Ahora bien, tú optas por una vía: sentarte y escribir, contando tus marginales andanzas por Internet. De vez en cuando ves una alteración del orden, y pides policía, sangre, represión.
Otros, en cambio, han optado por gritarlo. Marginados sí, pero se van a enterar algunos.

Algún día, tal vez se enteren todos. Mientras, tú seguirás con tu blog.

4:15 a. m.  
Blogger lukas said...

Yegor, veo que quieres molestar un poco, vale, así se cambia un poco esta rutina. Sigo pensando lo mismo, y me da igual perder amistades como ya ha sucedido, que me llamen racista o lo que sea, marginado no deja de ser otra etiqueta más, y si lo soy, lo soy con clase, no como esa chusma de mierda que se agita en el banlieu, y que destroza los coches y medios vitales de sus propios vecinos. ESo sí que me parece patético, y encima que les hagan coro hablando de "rebelión de los miserables" y otras tonterías de los politólogos. Vuelvo a lo que me parece: que esto se veía venir, que no se puede permitir a toda esa gentuza cerca de la civilización, que en cualquier momento la iba a liar. Los inmigrantes son limitados, y no aceptarán nunca la trinidad de principios de la República, ni de ningún estado. Alemania corre la misma suerte, y con el tiempo, ESpaña.

Seguid con las proclamas blandas, con la integración, la bondad de la diversidad, etc. Vosotros los posmodernos sí que os enteraréis. Mientras, este perro seguirá ladrando, civilizadamente.

10:33 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Lukas, Yegor no viene a molestar, viene a expresar su opinión, al igual que tú lo has hecho. Tú cometes el mismo error del hijo de inmigrantes Sarkozy: generalizas con las mismas palabras y el mismo desprecio. "La Chusma". Deberías ponerlo con mayúsculas, pa' que se note. Chusma es despectivo en cualquiera de las acepciones de diccionario, Lukas, al usar ese término tomas posición, no te engañes diciendo que eres objetivo. Como tampoco fue objetivo que apoyaras al movimiento de Arizona dispuesto a disparar a espaldas mojadas en la frontera con México, tú lo sabes bien.
Tú hablas de la "Civilización" y esos principios de la República que estos "marginados de mierda" no respetan ni entenderán. Te aferras a tu rincón de Europa, a tus libros, tu música excelsa para no parecerte a ellos, cuando sabes que la razón por la que naciste de un lado del Mediterráneo y no del otro fue meramente aleatoria.
No, nunca nos vamos a poder poner de acuerdo.
A ti que quieres seguirte ilustrando y civilizando, me han hecho una recomendación que quizá te sirva: Respect de Richard Sennett. Lo encuentras en Penguin.
Y vuelvo a mi recomendación de siempre: atrévete y sal de Málaga, Lukas. Te puede ayudar mucho a ver las cosas desde otra óptica.

Que estés bien,
Loriana.

3:45 p. m.  

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