martes, agosto 19, 2008

La más puta

De todas las ciudades de España, Málaga es la más pedorra, la más sucia, la más desastrada, la más viciosa, la más falsa, la más española, la más reventada, la más puta.
Se hace gala de Arte y de Picasso que estamos tan hartitos del insigne malagueño que sin embargo se pasó toda su vida fuera, porque Málaga es un accidente, que no se entiende esa insistencia en su figura, a no ser que no se tenga otra cosa que promocionar, como este verano no se ofrece más que la Visión de España de Sorolla, porque no hay más española que la que besa de verdad, y los pitufos echan la pota en cualquier esquina, luego por las esquinas de calle Beatas y calle Álamos nos vamos de putas y ahí mismo se violan en grupo, las mujeres caen como moscas, un profesor es dejado en coma por defender a una mala mujer que es maltratada, a la que encima le gusta que le arreen, hombre para qué te metes, si no te hubieras metido no te habría pasado esto, que te dejen ahí en coma, que quiere decir: en suspenso, la vida sigue, Olimpiada de Pekín y guerra en Georgia, pero tú estás suspendido en una región más tenebrosa, de donde no se escapa más que hacia una negrura mayor, y todo eso podría haberse evitado, si se dejan a las putas a su aire, que los cabrones politoxicómanos se las arreglen con ellas, hay que dejarlas en paz, a estas putas del demonio, porque luego es peor, ellas gustan de los policías locales que la emprenden a golpes con niños y mendigos, que van a los gimnasios a practicar para luego liarse a golpes con el primero que se les atraviesa, en la radio ponen a Elliott Carter, sé qué obra es, A mirror on Which to Dwell, y antes han puesto una obra de Luigi Nono, Como una ola de fuerza y luz, con Pollini y Abbado, es una obra que se sale de los bordes, que rebosa sonido puro

la música electrónica nos acerca a lo divino

mi padre tira de mí en sueños, para llevarme con él, a la región entre tinieblas

yo no quiero ir todavía

sueño con una mujer que tiene una curiosa barba, es algo por el mentón

(hay mujeres putas que es mejor dejar tiradas en la cuneta)

en el restaurante puto no nos atienden y yo salgo a la espantada

más libros, más desechos, muere un hombre que los colecciona, leo Firmin, esta rata pedante, esta vida minúscula que quiere acercarse a la cultura, la cultura es la puta más guarra de todas

no hay escapatoria, hay un largo y cálido y puto verano, salen niños gritones debajo de las piedras, hay olor de humanidad y es tal plaga que es mejor salir corriendo, pero ya no hay espacio disponible.

Una música que se agita, que viene de las tinieblas, que dura una eternidad, Kara Walker, The Black Road, me gustan esos perfiles

Voy demasiado lúcido por estas malas calles, esperando una señal, Cartojal de mi corazón, ha muerto Corazón de Goma, Kermit Love, guten nacht, nos vamos, anochece, qué stille nacht, hay un perfume de piano enloquecido, hay un brazo que tira de mí es una fuerza una ola de fuerza y luz, no, todavía no, voy a quedarme en este infierno un poco más, por si acaso...

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lunes, agosto 11, 2008

Divertido, muy divertido

Sí, esta segunda novela de John Lanchester es todo un must, como dicen los ingleses, es realmente divertida y a la vez nos cuenta cosas muy interesantes, que a veces son muy inglesas y a veces universales, simplemente. Escrita en una tercera persona subjetiva, el lector sigue todo el tiempo, casi minuto a minuto, hora a hora, el día de julio de 1995 de su protagonista, el Mr Phillips del título. Cada observación que hace desencadena una serie de reflexiones, preferentemente sexuales, con las estadísticas inevitables en alguien que es contable, pero también son filosóficas, aunque sin honduras excesivas; Phillips es todo menos sentimental, y eso se agradece. En fin, voy por la mitad o un poco menos, y como dice el slogan famosa, I'm loving it!

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miércoles, agosto 06, 2008

Cuéntame un cuento

Ocurre que ya no tengo ganas de leer, que no tengo ganas de ver películas, ni en el cine ni en la televisión, ocurre que me he cansado de ser yo mismo el que hace el esfuerzo; necesito que me cuenten historias, pero no ser yo el que va hacia ellas, que ellas vengan hacia mí, por el oído, por las ondas, me gusta que me las cuente una voz, una voz dulce una voz maravillosa de otro tiempo, como de las hadas y los cielos encendidos, necesito la radio, que todo se quede ahí, y yo rendido a la magia. Por eso Videodrome, por eso La vuelta al mundo en ochenta libros, que seguro que tendrá algún premio en algún lugar, sobre programas de radio brillantes. Quiero la voz de Toni Garrido como Long John Silver, quiero que Tom Callen se encarne en el conde Drácula, necesito Ana Sterling que relate las películas, las películas que he visto y las que nunca veré, quiero que la hija de Atticus hable, necesito que Barry Lyndon, el arribista que acaba mal, me entregue su música barroca-maravillosa. Aunque Manuel López del Cerro arrastre las erres, bueno, eso también lo perdono, aunque Macu de la Cruz tenga cosas de petarda maruja, eso también lo perdono, porque la pasión por la lectura es más importante, porque las músicas que acompañan cada texto son las mejores. Gracias, Lara López. Aunque esa hora sea la peor, la del bochorno insoportable, la prefiero a las doce de la noche, cuando los niños buenos duermen ya. La muerte de Arturo, el caballero de la triste figura, ¡el viaje a lomos de Clavileño!, qué recuerdos de infancia, el Senda de Lectura, aquel episodio de los leones, en donde nuestro caballero andante queda encerrado en la jaula de los leones, o el episodio del caballero del Verde Gabán, Diego de Miranda, sí, todo un caballero, prudente, noble, amigo de comidas y buena conversación, que tiene al menos seis docenas de libros, pero no de caballería... Y sin olvidar a otros caballeros como el marqués de Bradomín, qué tipo, Valle-Inclán en México (fue allí fascinado por la X), el bohemio caballero español, feo católico y sentimental... Y qué decir de estos días que no se acaban nunca, te tumbas sobre la alta hierba y tu cuerpo desaparece debajo, y hay amapolas tan rojas como el sol y hay grillos que emiten su zumbido atronador como mil serrerías, y hay gatos que te atraviesan con su mirada aviesa, y hay mujeres que se arrodillan y están todo el tiempo en oración, y no hay putas, todavía no hay mujeres que sólo buscan SU PLACER y dicen que su cuerpo es suyo, y que el aborto es un derecho, no un delito. Y sólo necesito que me arrulles, que me cantes otra vez, para que me duerma y me vaya a dormir, y no hay alemanes, todos falsos, todos malos, porque estoy hundido, Europa está en la ruina, por culpa de Alemania, Alemania es el Mal, por culpa de esa nación perversa Europa se vino abajo y Estados Unidos se alzó a lo más alto, por culpa de gente como Thomas, los buenos alemanes, los buenos bebedores de cerveza, qué repugnante país en donde las mujeres son caballos y todavía hay zorras que escriben libros y dicen que no hay que afeitarse nada y no se limpian después de que su chulo se le corre encima, el pelo huele bien, dice, su sangre es perfecta, dice, la muy guarra, como Carola, esta alemana puta zorra judía que no se afeita que no folla más que con dibujos animados que sólo lee en alemán libros idiotas culturetas, que viaja a Tailandia pero no ve prostitución por ningún lado, que viene a Nerja y dice que es el paraíso, que no ve la mierda porque está dentro de ella, ella es una montaña de mierda, como Alemania entera.

Y mi amigo, que trabaja limpiando cabinas en un sex-shop, después se va a su apartamento, enciende la tele para no pensar, no lee más que catálogos, no lee más que novela negra para no pensar, para idear crímenes imaginarios, y olvidar todo el semen todos los pañuelos arrugados, coños tetas caídas tetas levantadas pollas dentro y pollas fuera y consoladores y látex y demás morralla porno, mi amigo está del porno hasta los cojones, mi amigo que ya no es un niño pero sueña con saltar el río, las piedrecitas, los charcos con las botas de goma, los profesores dementes, las pajas a escondidas, Clavileño y el ganso volador de Selma Lagerlof (¡ay, Nils Holgersson!), los años en que veíamos crecer la hierba y todo el mal estaba en otra parte, en los cuentos de hadas, en la casa del vecino.

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lunes, agosto 04, 2008

Películas

--Y bueno, ¿qué tal el fin de semana, friend?
--Un asco, un aburrimiento. La radio está igual que el verano, penosa, en todos los programas ponen a suplentes que hacen el chorra a todas horas. En "No es un verano cualquiera" la presentadora, una tal Sonia Urbano, parece una animadora de campamento. Por no hablar de Ángel Carmona en "Asuntos propios". Y que si Paco Clavel... En fin, anoche estuve viendo una película.
--¿Una película, tú? Pero si ya no ves ninguna...
--Estuve viendo una peli en la radio.
--¿Ah?
--Sí, Barry Lyndon de Kubrick. La vi hace tiempo, pero anoche la recordé tal como es, aunque no había imágenes, es como haberla visto. El programa es el único decente este verano, se llama Videodrome.
--Ese ya lo echaban hace tiempo, creo que en Radio 3.
--Yo lo escuché en Radio 1. La verdad es que lo escucho por la voz de Ana Sterling, me encanta esta tía. Da la economía de lunes a viernes, y los domingos nos encandila con su voz de niña resabiada. ¡Me encanta!
--JAJAJA..., no me digas que te has enamorado de ella...
--Por supuesto, ¿qué te crees, que uno sólo puede enamorarse vis a vis? Bueno, la verdad es que me gustan otras voces, su compañera Sandra Urdín también tiene buena voz. Y la de Lara López tiene algo especial... También me gusta Laura Barrachina de El Ojo Crítico, aunque no por la voz, sino porque también es algo infantil, le gusta el cómic y todo eso de la cultura urbana... Ana Roldán, sin embargo, tiene voz de fumadora, no me gustan las voces cazalleras. La peor es la de Mavi Aldana, no en vano hizo de cortesana en un episodio de La vuelta al mundo en ochenta libros...
--Vaya, has hecho una especie de sociología de las voces de la radio...
--Qué quieres, no veo la tele, todo lo que me entra es por el oído. Por cierto, que la Clásica también está de pena. El otro día, creo que el viernes, van y ponen a nórdicos, que son fríos, son terriblemente conservadores. Menos mal que los presentadores me gustan, sobre todo Eva Sandoval. En Radio Clásica hay voces fascinantes, de mujeres-niñas, que me dejan levitando.
--Yo hace siglos que no escucho la Clásica, prefiero Radio 3 o mis musiquitas.
--Bueno, qué te piensas, yo también escucho en mp3 y demás, precisamente estuve escuchando algunos álbumes de John Zorn, ¿lo conoces?
--Ni puta idea, tío.
--Está un poco colgao, pero me gusta, es el típico judío que lo mismo se va a regiones etéreas que te pone desquiciado con un guitarreo infernal o con esos pizzicati del demonio. Su música es una mezcla de Webern y Cage, pero ambos empastillados, jajaja...
--Un buen viaje, entonces...
--¡Y que lo digas! Pero volviendo a los nórdicos, no sé qué les pasa en esos países, que siguen tras el fantasma de Sibelius, allá en los bosques... Esa gente está obsesionada con la novela negra, y luego, con el posrromanticismo, no salen de ahí. Y ahora dicen los críticos gastronómicos que son muy buenos en la cocina, pero para huir de su mediocridad escandinava, se dedican a copiar de mala manera la mejor cocina española, Adrià y los andaluces... En fin, son gente sin personalidad.
--Pues yo una vez estuve en Estocolmo y me pareció una ciudad fascinante, y para nada fría.
--No, si puede ser que sólo sean prejuicios míos, y que lleves razón, que me hago una falsa idea del terreno, pero no sé, en música, me parece que se han quedado en el más decadente de los pasados. Lo peor es que eso es lo que gusta de la música actual, ese modernismo estúpido, que no es modernismo, cosas como lo que hace Magnus Lindberg, o el del trombón, Christian Lindberg. Nada de Saariaho, nada de Wallin, sólo Iiro Rantala y sucedáneos, música que imita el musical o la música de cine, música para cine mudo, copias de Piazzolla, una mezcolanza que te pone atacado.
--No te puedo decir nada, yo ya sabes que fuera de las cosas más comerciales no sé nada.
--Ya, tú te quedaste en las viejas mitologías de Radio 3, la movida y lo que vino después, que es todo imbécil.
--Oye, que hay cosas muy buenas en el pop, todavía.
--Sí, sí, y una mierda pinchada en un palo.
--Bueno, si te vas a poner así...
--Y cómo quieres que me ponga. No es música, son las pastillas. Todos esos repulsivos festivales de verano, que son plataformas para vender droga en cantidades industriales. Música que en realidad es una banda sonora para el folleteo. Y qué fue de las viejas glorias de los ochenta. Los que tenían dignidad se retiraron a tiempo, pero..., ¿y los que aún siguen dando botes por ahí, haciendo bolos, y que quieren competir con los hiphoperos?
--Bueno, ya, en eso tienes razón, el pop tiene su tiempo y hay que saber cuándo te toca retirarte.
--Pues eso es lo que no se les mete, parece que no ganaron lo suficiente, porque ahí siguen. Y lo peor es eso, que no se dan cuenta de que son patéticos. Los músicos cultos son para toda la vida, los compositores componen hasta que tienen fuerzas, mira Carter, con cien años y sigue en activo, pero los poperos y demás fauna, ésos que se retiren a los diez años o son cadáveres ambulantes. En realidad la escena pop es un circo de zombis drogados. Y qué decir de los del rap, esa gentuza que no se quita la gorra ni para dormir, que se hacen llamar musicos, que apenas tienen veinte años y ya están sacando discos, qué decir de los DJ's, que antiguamente, cuando yo iba a las discos, eran unos pringaos, y ahora son los reyes de la pista. Y esos se hacen llamar músicos, y hablan de que la calidad de la música reside en la mezcla, en la fusión de estilos. Porque para ellos el estilo es como la marca, consumen música como consumen marcas de ropa o de calzado o de coche. En fin, qué manada pornográfica.
--Y yo que quería que me hablaras un poco más de esas presentadoras, y al final, dale, siempre con lo mismo, la manía de destripar todo lo que te molesta.
--Bueno, qué quieres que te diga. Me gusta Ana Sterling, tiene una voz susurrante, me quedo medio dormido, veo las películas, realmente las veo, la otra también me gusta, y el tío, un tal Mazas, pero ella, ella es la VOZ.

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viernes, agosto 01, 2008

Pensar un poco

Leo la entrevista con Boris Groys que Babelia publicó no hace mucho. Me quedo pensando especialmente en lo que dice al final: la verdadera libertad está en no trabajar. ¡Qué cierto! Y también en lo que dice antes, sobre que hay que insistir en la infelicidad, la enfermedad, la ruina. En un mundo dominado por la búsqueda de la felicidad, por la obsesión por el cuerpo y la salud y por el éxito, se hace más necesario ahora que nunca. También pensaba que a lo mejor conoce a Sloterdijk, ya que en 1994 se instaló en Karlsruhe como profesor..., y ahí es donde sigue, si no me equivoco, el bueno de Sloterdijk (tengo que hablar de su última obra después de agosto).

Y ahora que empieza agosto, tengo menos ganas de leer que nunca; bueno, en realidad, lo que no quiero leer es ficción. Ensayo, en cambio, es todo lo que necesito. Pensar un poco, aunque sea contra el bochorno que nos coloca en posición de sopor permanente.

Escucho a Kiko Veneno, Échate un cantecito, su viejo disco de 1992: la magia de los pequeños momentos cotidianos, en mitad de la vulgaridad aparece una chispa...

Me alegra encontrar el blog de Lina Céspedes, y le doy las gracias por elegirme como uno de sus blogs merecedores del premio. ¡Cómo me gustaría estar en Nueva York en estos momentos!

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