sábado, septiembre 18, 2004

Nueva poesía

Ayer leía unos cuantos poemas de la joven poeta Yolanda Castaño, versos de perfecto acabado llenos de sensualidad y malditismo. Nacida en Santiago de Compostela en 1977, demuestra en esta breve muestra una voz propia, capaz de expresar con no muchas palabras sensaciones, actos y devenires que la convierten en un ser único. Es raro encontrar, o por lo menos para mí lo es, una nueva voz con esta personalidad, este afán de estilo y de búsqueda de la palabra justa. Con las voces de hace más tiempo, uno ya sabe a qué atenerse: pienso en la poesía de Antonio Gamoneda, cuya obra El frío leí hace poco, en dos ediciones, Siruela y Germania ed. Pero con los jóvenes no se sabe bien..., a veces sus obras juegan con su propia inexperiencia o coquetean con formas del pasado, aunque con un punto de ironía salvaje en Carmen Jodrá (Las moras agraces); o bien se adentran por caminos peligrosos, llenos de vitriolo, como es el caso de Roger Wolfe.

Me gusta esta poeta, que además es muy guapa, según la foto que aparece en el dossier de la revista.