jueves, octubre 21, 2004

La buena comida... y la otra



Ya se estrenó por estos lares la película de Morgan Spurlock Super Size Me, su ataque fulminante a la mayor empresa de comida basura; me gustaría verla pronto, después del regocijo que significó ver la de Michael Moore. Alguien que ya la vio me ha dicho que es por el estilo, y el mismo director, en una entrevista, cuenta cuánto le debe al gran Moore. Pero de lo que quería hablar ahora es de la reacción de McDonald's, que ha publicado en distintos diarios de tirada nacional un mensaje a página completa, y que me ha hecho mucha gracia. En él nos quiere engatusar con la variedad y el equilibrio de su comida, con fotitos aquí y allá de esas "cosas" que ya conocemos, como los horrorosos nutgets de "pollo" y las ensaladas diminutas y más sospechosas aún. Salen con el cuidado que ponen en las comidas de los niños (pero no dicen que los chantajean con los muñequitos, claro, esas tonterías que les meten en el Happy Meal), y resaltan la adaptabilidad a los países en donde se instalan, como el caso de España (¿aceite de oliva, dieta mediterránea?). Total, una fantasmada, para contrarrestar el efecto nocivo del filme ya en marcha. Pero ahí no queda la cosa, porque he visto también su último spot, en donde sale una medallista olímpica, no recuerdo el nombre ni me importa, corriendo con su bolsa comprada en McDonald's, mientras un tipo la persigue hasta la misma puerta de su casa: "¡su salsa!", le espeta el pobre diablo. Al parecer, la salsa ésa debe de ser el no va más... (risas en la oscuridad). Una prueba pequeña de la idiotez en estado puro.

Y mientras el 60 % de los estadounidenses tiene problemas con el peso, y aquí en España los adolescentes siguen apuntados a la comida basura, uno trata de quitarse del todo de comer carne..., recuerdo que en una época frecuentaba más los vegetarianos que los restaurantes convencionales. La mujer del director de la película es vegetariana, por cierto. Lo que ocurre, creo, es que comer bien requiere tiempo, tanto si es en casa, y se cocina, como si salimos fuera, y tenemos que esperar, elegimos un buen vino, degustamos la comida, etc. Eso es lo que la gente que visita esos antros asépticos, como McD (del que se burlan, y bien, los hermanos Chapman) no parece querer practicar.

Artículo de Pascal Lardellier sobre la comida basura: Revista de Occidente, abril de 2004

1 Comments:

Blogger lukas said...

Ya estrenaron por aquí la peli, así que iré a verla en cuanto pueda. Sí, Detritus, es posible que sea como dicen, que Moore y ahora Spurlock toman posiciones muy marcadas de entrada, y eso resta objetividad a sus documentales, pero me parece un poco ingenuo creer que hay una "objetividad", sea cual sea. La diferencia entre los documentales "clásicos" y éstos del tipo denuncia, es que aquí son los mismos directores los que se ponen al frente y experimentan en sus carnes (nunca mejor dicho en el caso de S.) lo que quieren mostrar y desenmascarar.

Sí, es verdad que la comida vegetariana tampoco lleva mucho tiempo, aunque recuerdo que la última vez que fui a un local así, esperé un montón hasta que sirvieron, la verdad es que me fastidia un poco esperar, sobre todo cuando observo que es el servicio el inepto, y no por las circunstancias (mucha gente, etc.). Pero claro, eso no es excusa para pasarse a la basura ;-)

11:41 a. m.  

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