sábado, octubre 16, 2004

Música en Venecia

Ha comenzado el 48 Festival de Música Contemporánea de Venecia, ligado a la Bienal. Entre los conjuntos participantes estarán la Orquesta de la Comunidad de Madrid (con un gratificante programa), el conocido Klangforum Wien, el Asko Ensemble de Amsterdam y muchos otros, sobre todo italianos. Habrá un diálogo con el Este y también numerosos estrenos, la mayoría comisionados por el prestigioso festival. Se podrán escuchar obras de Sciarrino, Olga Neuwirth, Gabriel Erkoreka, Arvo Pärt (que estará presente) y muchos otros. Es decir, el mejor panorama de la música más vanguardista y exquisita. No sé si Radio Clásica se hace eco de algún concierto, tendré que averiguarlo.

Por estos lares, he de conformarme con los conciertos enlatados, ya sea en directo o en diferido, como el de hoy al mediodía, música de cámara con el Cuarteto Borodin, tocando obras de Shostakóvich y Beethoven. En Madrid, muy pronto, esa doble sesión operística con Bussotti, luego un concierto (que espero no perderme) en donde tocan una obra de Takemitsu...

Pero Venecia, ¡ah, Venecia! Siempre este poema de Pere Gimferrer:

ODA A VENECIA ANTE EL MAR DE LOS TEATROS

Las copas falsas, el veneno y la calavera de los teatros.
García Lorca

Tiene el mar su mecánica como el amor sus símbolos.
Con que trajín se alza una cortina roja
o en esta embocadura de escenario vacío
suena un rumor de estatuas, hojas de lirio, alfanjes,
palomas que descienden y suavemente pósanse.
Componer con chalinas un ajedrez verdoso.
El moho en mi mejilla recuerda el tiempo ido
y una gota de plomo hierve en mi corazón.
Llevé la mano al pecho, y el reloj corrobora
la razón de las nubes y su velamen yerto.
Asciende una marea, rosas equilibristas
sobre el arco voltaico de la noche en Venecia
aquel año de mi adolescencia perdida,
mármol en la Dogana como observaba Pound
y la masa de un féretro en los densos canales.
Id más allá, muy lejos aún, hondo en la noche,
sobre el tapiz del Dux, sombras entretejidas,
príncipes o nereidas que el tiempo destruyó.
Que pureza un desnudo o adolescente muerto
en las inmensas salas del recuerdo en penumbra
¿Estuve aquí? ¿Habré de creer que éste he sido
y éste fue el sufrimiento que punzaba mi piel?
Qué frágil era entonces, y por qué. ¿Es más verdad,
copos que os diferís en el parque nevado,
el que hoy así acoge vuestro amor en el rostro
o aquel que allá en Venecia de belleza murió?
Las piedras vivas hablan de un recuerdo presente.
Como la vena insiste sus conductos de sangre,
va, viene y se remonta nuevamente al planeta
y así la vida expande en batán silencioso,
el pasado se afirma en mí a esta hora incierta.
Tanto he escrito, y entonces tanto escribí. No sé
si valía la pena o la vale. Tú, por quien
es más cierta mi vida, y vosotros que oís
en mi verso otra esfera, sabréis su signo o arte.
Dilo, pues, o decidlo, y dulcemente acaso
mintáis a mi tristeza. Noche, noche en Venecia
va para cinco años, ¿cómo tan lejos? Soy
el que fui entonces, sé tensarme y ser herido
por la pura belleza como entonces, violín
que parte en dos aires de una noche de estío
cuando el mundo no puede soportar su ansiedad
de ser bello. Lloraba yo acodado al balcón
como en un mal poema romántico, y el aire
promovía disturbios de humo azul y alcanfor.
Bogaba en las alcobas, bajo el granito húmedo,
un arcángel o sauce o cisne o corcel de llama
que las potencias últimas enviaban a mi sueño.
Lloré, lloré, lloré
¿Y cómo pudo ser tan hermoso y tan triste?
Agua y frío rubí, transparencia diabólica
grababan en mi carne un tatuaje de luz.
Helada noche, ardiente noche, noche mía
como si hoy la viviera! Es doloroso y dulce
haber dejado atrás a la Venecia en que todos
para nuestro castigo fuimos adolescentes
y perseguirnos hoy por las salas vacías
en ronda de jinetes que disuelve un espejo
negando, con su doble, la realidad de este poema.

1 Comments:

Blogger Gabby De Cicco said...

Ahhh Venecia! quién pudiera ir!! Suena alucinante el programa por esos lados. Espero alguna vez perderme en esas callejitas.
Cambiando de tema: por aquí están por abrir un restaurant de tapas, así que ya te consultaré de qué va. Cuando estuvimos en Mendoza fuimos a uno con nuestra amiga Claudia y su compañero Darío. Me dí una panzada de tortillas (las amo... en todos los sentidos! ja!)
Saludos,

12:16 a. m.  

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