lunes, octubre 11, 2004

Paisaje imaginario II

Continúo con la escucha de las obras de Birtwistle, en esos tres CD's que ya comenté el otro día. El segundo se abre con una pieza titulada Silbury Air, el nombre a su vez de un conjunto de ruinas en Inglaterra, en las que el autor se basa para esta composición breve, de unos diez minutos de duración. Vuelve a insistir en el ritual, en los instrumentos de viento, y en la división del discurso musical en breves secciones, hasta seis, que se van sucediendo con la sensación de estatismo y a la vez dinamismo acusado.



Una de sus últimas obras es Pulse Shadows:

Rating: 5
Summary: Amazing stuff
Comment: Wow -- finally got round to this and it's knocking my socks off. Never have I heard HB's writing sound so direct; the performances and recording just emphasise the clarity with which this music is put together. The vocal lines are intensely lyrical, & there's a Bartockian quality to the way short motifs ae developed, repeated etc, and also to the way the string quartet is handled. If you don't know HB's music, this is absolutely definitely the place to start. I'm gobsmacked, really.
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Coincido bastante con lo que dice este comprador/ oyente, la obra, de una hora de duración más o menos, es directa y muy expresiva, alternando los momentos instrumentales (Arditti y Nash Ensemble) con los vocales (Claron MacFadden es la protagonista, excelente), los primeros los números impares y la segunda en las secciones pares, así hasta la nº 18. Celan está ahí, más nervioso que nunca, desolado, en la sombra y en los claros por los que asoma la huella de un trauma, pero también las tinieblas tienen ahora la luz de una palabra sin igual. Y la música subraya esa desolación, o la circunda. Momentos que se valen por sí mismos, muy distinto a esa concisión de un Kurtàg, pero igual de válido. Habría que escucharla más veces, estos pulsos de sombra, este fluir de lo fragmentario, para hacerse una idea del alcance de semejante obra, que sólo en el directo del escenario, con las proyecciones lumínicas y una mínima puesta en escena (¿congelada?) puede disfrutarse como se merece.