sábado, octubre 09, 2004

Una radical



En el curso de esta semana, nos enteramos que el nuevo Premio Nobel de literatura ha sido para la escritora austríaca Elfriede Jelinek, que poca gente conoce, y que ha sido de nuevo una gran sorpresa para la mayoría. Por suerte, yo sí había oído hablar de ella, y no sólo eso, tengo una de sus novelas, también vi la película de Michael Haneke basada en La pianista, y sé que colabora habitualmente con la compositora Olga Neuwirth, que escucho de vez en cuando. He aquí lo que viene en la contraportada de El ansia (Versal--Meridianos, 1993):

El ansia ha sido comparado con la Historia del ojo de Bataille por la crudeza del lenguaje y lo ambicioso del tema. Esta "primera novela pornográfica en femenino", según su autora, ha provocado un gran escándalo en los países de lengua alemana.

El director de una fábrica de papel, atemorizado por sida, se fija de nuevo en su esposa para hacer uso de ella como de las prostitutas que había frecuentado hasta entonces. En el confortable chalé de la pareja, unas escenas de extraña obscenidad y de violencia inusitada se suceden bajo la mirada de su propio hijo, como una crónica de los mecanismos de dominación ejercibles en una pareja. La mujer, desesperada, encontrará un amante más joven que finalmente se convertirá en su nuevo verdugo.

El terrible drama sobre el que se desarrolla el libro tiene relación con una crónica de sucesos, como ocurre siempre con las obra de Jelinek. Una vez más se venga de la Austria profunda, de la tranquilidad de la vida del hogar, de la respetabilidad burguesa y de su supuesta liberación sexual.

El ansia es una obra de estructura y estilo totalmente originales.