martes, noviembre 23, 2004

Ayer fue día de Santa Cecilia, y por lo tanto, Día de la Música.

La cita de Gauguin a la que aludí antes es la siguiente:

Bonnard, Vuillard, Sérusier (...) son músicos y puede estar convencido de que la pintura coloreada entra en una fase musical
(Gauguin, Racontars de rapin, 1902).

En la escucha: Cuadros de una exposición de Mussorgski, en la orquestación de Ravel de 1922, una obra que disfruto siempre, y más en una versión tranquila pero no por ello menos brillante (el brillo y la fuerza están ya en la partitura), como es la de la Orq. Fca. Checa dirigida por Karel Ancerl. El disco de la colección El País/Diverdi se completa con Una noche en el Monte Pelado (orquestación de Rimski-Korsakov), En las estepas de Asia central de Borodin (pura magia del paisaje, versión planeadora enamorada del espacio que sugiere la obra, sin olvidar los ecos del folklore), y finalmente, el famosísimo Capricho español de Rimski-Korsakov, un mini-concierto para violín y orquesta, que ha sido saqueado en spots y demás, pero que conserva todo ese brillo de unos tiempos ya lejanos. En fin, un disco espléndido. Otro día escucho, por los mismos intérpretes, dos piezas de Stravinski, esos dos ballets tan conocidos.

1 Comments:

Blogger lukas said...

Hola Magda, espero que te recuperes pronto.

Sobre tu pregunta: no, no estudié música, sólo tuve el aliciente de estar un tiempo largo, como ocho años, con una mujer que sí era músico y daba clases de música, de ahí mi afición. Desde entonces, la música es mi pasión, pero ya digo, como aficionado.

Para tí, para Alma y para toda la gente que se interese por la música, ojalá estas humildes aportaciones les sirvan de algo. Saludos.

7:02 p. m.  

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