viernes, diciembre 31, 2004

Postdata

Pues resulta que ayer me encuentro con un chico finlandés, que hace esculturas de arena, en la puerta de un supermercado, y me cuenta que hubo movida la noche anterior en la Fuente de Europa, en el parque Verano Azul, que vino la "polísia" y se llevó a unos cuantos, él estuvo esposado (y hace un gesto muy expresivo, juntando sus muñecas y abriendo las manos) y viene justo de Torrox (en donde están los juzgados de la Axarquía), el juez al parecer le dijo que se tomara una botella de vino y no sé qué más, dice medio riendo, porque no creo que tenga ganas de muchas bromas. Le digo que he visto a Rudi en la puerta de atrás, está pidiendo, seguro que riéndose de todo el mundo que pasa, porque ésa es su manera de despreciar el mundo, de hacerle frente. Así que, quiero saber, ¿ya no hay gente en la fuente?, dice que no, que ahora ya no hay nadie, es que después de lo que pasó..., Michael y Carl se pasan un montón, vienen las voces, y luego la "buena gente" llama a la policía local, que son los señores del sitio. Bajo hasta el parque un poco alicaído, porque sin ellos ya no es lo mismo, y me siento en un banco de madera, y me pongo a leer La náusea de Sartre (El País, clásicos del siglo XX), estoy ahí como una hora, mientras no dejo de escuchar a los mierdas de las motos, los niñatos que ya no caminan, porque nacieron atrofiados. Van hasta el rincón nuestro, el que despejó la policía para que estos hijos del pueblo, esta generación fascista que lo tiene todo y no es nada, pueda fumarse sus porros, pueda grafitear las piedras de Luxemburgo o Grecia, y la base de la fuente, y hasta el respaldo de los bancos. Pero claro, eso no es molestia, por eso no llamarán los buenos vecinos, porque son críos, joder, y sobre todo, son sus hijos.



Leo a Sartre, sí, estos últimos días del año, rien que les heures, y una amiga me dice que si soy masoquista, que vaya lectura para estas fechas, pero bueno, uno lee lo que puede, y en mi manera de conectar unos con otros (no sé leer de otra manera), después de Balzac venía Sartre, y precisamente su novela, y Roquentin lee en cierto pasaje Eugénie Grandet, que no le gusta, lee abriendo una página al azar, y el runrún de las conversaciones del café se mezcla con los diálogos simples de esa novela, que no es la mejor precisamente del gourmant. Leo más sobre esta novela, una entrevista con Sartre que es la última que le hicieron, y también una "carta de amor" que le escribió Françoise Sagan, que dice que lo cuidó cuando estaba ciego, le dio de comer y todo, y se molesta con los hipócritas que fueron a su entierro, los que sólo sabían de él unas cuantas frases. Pero no, S. es más que eso, el maestro de pensamiento del siglo XX es todavía uno de los grandes, y cuando leo en la entrevista lo que pensaba sobre la dyada, ese ser-con-otro primigenio, esa imposibilidad de estar solo, de vivir solo, siento un ligero escalofrío, porque es en lo que ha insistido Sloterdijk en Burbujas, que el individuo actual, el single, es un mamarracho que se apoya en una falacia. S. tuvo al Castor, es decir, Simone de Beauvoir (tengo por ahí pendiente de leer algunos libros suyos, como La Force de l'âge), y también muchas otras mujeres, porque él no podía concebir la existencia sin ellas.

Podría hablar mucho de esta novela, tal vez lo haga cuando la acabe, que será pronto. Hay algo estremecedor en esa primera "visión" de la náusea, en esa deformación del rostro ante el espejo, que me hace pensar en las figuras distorsionadas de Bacon. También me gusta mucho su reflexión sobre el vivir y el contar (cuando uno vive, no sucede nada; los acontecimientos van en un sentido, y el relato de ellos en sentido inverso...) y sobre todo, su crítica de la experiencia, de esos tipos que se agarran a sus "experiencias" para ocultar, taparse de algo que los desgarra: que están podridos, que no pueden con el presente, y que son casi nada, como ese doctor que entra en el desolado café. Hay muchos pasajes reveladores de su filosofía, de su manera de ver el mundo, y es ya una pequeña hazaña que decidiera novelar estas ideas que cobran una realidad tan real como esta mano, este cuerpo de más allá. Un hombre solo, su cuerpo, no otras posesiones, frente a las casas-decorado-archivos de esos burgueses que salen el domingo para sombrerear y taconear, y que luego se refugian en sus casitas. Pero no se hacen las casas para quedarnos en ellas...

5 Comments:

Blogger Gabby De Cicco said...

Hola Lukas: te dejo un abrazo y que empieces muy bien el 2005.
Te pregunto... por allí hacen el ritual de las uvas???

Ciao!

5:22 p. m.  
Blogger Dulce M González said...

¿Ya viste The man who wasn't there, de los hermanos Coen? Es nauseabundamente sartreano, un homenaje a la novela, supongo. Feliz año, auguri.

2:00 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

anonymous = Andy

Me he fijado en una cosa que sueles hacer en tu blog, el contraste entre la realidad, nuestra sucia y desgastada realidad y algo que aun no he logrado definir, ya que está mas cercano a la realidad que a la imaginación, no se trata de una evasión ficticia sino más bien de un filtro abstracto que hace comprender los vértices y aristas de nuestra percepción de lo real...

Conocía el libro de Sartre de oídas, pero me he quedado con las ganas de leerlo, pero quizás me anime a retomar la lectura de "La imaginación" que ese sí lo tengo.

En cuanto a los niñatos mejor que no hable, que a mí me metieron en un colegio pijo y si me pongo a nombrar lo que vi no acabo en la vida ¬¬

Feliz año :)

11:40 a. m.  
Blogger lukas said...

Dulce María, sí que vi la película de los Coen, y la verdad es que me gustó mucho, aunque en ese momento, claro, no vi la relación con Sartre ;-) De esta novela hablaré más, así que estad atent@s... Mi película favorita de ellos es "Barton Fink", aunque ahí la referencia puede que sea Kafka, no sé..., esta gente son tan hábiles que hicieron una película sobre cierto mundo podrido, pero logran llegar a una mayoría, ahí es nada!

Andy, trato de que mis post den giros de tuerca, pero no sé si logro entender todo eso que me dices, a qué abstracción te refieres? Precisamente al final de la novela de Sartre hay una clave para lo que tratas de decir!

Sí, Magda, Sartre es el pensador del siglo XX, creo que B. Henry-Lévy ha escrito sobre él, y ahora me gustaría leerlo. Una novela como ésa dice tanto, en tan pocas páginas!!! Espero que sea un buen año para tí!

5:30 p. m.  
Blogger Roberto Iza Valdés said...

Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

1:38 p. m.  

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