sábado, diciembre 11, 2004

Works in progress



Diez cuartetos de cuerda nuevos son los que tendremos, dentro de unos años, cuando se complete la escritura de los mismos, el estudio y la interpretación en directo y la grabación posterior en el sello Naxos, por parte del Maggini Quartet. Me refiero al encargo que el sello blanco, y líder mundial gracias a sus precios bajos y gran extensión y calidad de su repertorio, ha hecho al compositor Peter Maxwell Davies, que cumplió este año los setenta. De momento, tenemos el primer CD, con los nº 1 y 2, que datan de 2002 y 2003, respectivamente (aunque el segundo se acabó en enero de 2003, se compuso también el año anterior). Escuché primero el segundo, una obra en cuatro movimientos, en donde se alternan las líneas desgarradas y nerviosas con otras más ligeras y tranquilas, aunque incluso en los dos lento flessibile hallamos esa ruptura, esa aspereza, que enseguida nos hace pensar en Bartók. Casi 45' de pura tensión, de rigurosa escritura, una música no apta para la hora de la siesta...

El primero, que escuché hoy mismo, es más breve (no llega a la media hora) y se compone sólo de tres movimientos: si el primero es un lento-allegro en donde se combinan muchas influencias y técnicas (el compositor apela a Haydn, a Beethoven, a la música popular escocesa), en el largo que le sigue aparece una melancolía, una estructura de passacaglia, con arrebatos crispados momentáneos. Nunca podemos estar seguros, cada matiz importa, y la superficie se eriza cuando menos nos lo esperamos. Y, casi sin pausa, y tras estos dos movimientos de más de trece minutos cada uno, aparece un allegro con forma de scherzo, que comienza en una zona ligeramente movida y que enseguida se eleva, se espiritualiza y se coloca en una altura estratosférica, como señala el autor, y así, en dos minutos apenas, se acaba. Este inicio abortado se retomará en el tercero, con lo cual, la idea de ciclo o "material reelaborado" (tan apreciado por MD) adquiere pleno sentido.

Un disco magnífico, que reconcilia con la música de nuestro tiempo al que piense que ya está todo escrito, o que la música contemporánea es una jaula de grillos, escrita, tocada y grabada en guettos.