miércoles, marzo 02, 2005

Abatido

El consumo, aunque devaluado, se convierte en la única excusa, la única coartada de un poder cuya apariencia es ya completamente económica. La rivalidad de los sistemas políticos se mide por el éxito de su economía, lo demás son florituras. Por tanto, todo es mercancía, incluyendo la vida de los individuos en un trueque general que mezcla productos, mentalidades y cuerpos. Uno no cae en la cuenta de que la sociedad industrial, considerada inhumana al principio, ha ido invadiendo tanto todos los campos que ya no hay diferencia entre sociedad e industria: Ya no somos humanos sino industriales. De ahí esta burocracia invasora, estos placeres en cadena, esas ciudades que son campos de la muerte. Por supuesto, una muerte dulce, de la que todos somos cómplices inconscientes y autómatas.
(La castración mental, Bernard Noël, Huerga & Fierro, 1998, pp. 38-39).

El miércoles pasado en la tarde-noche me derrumbé, hubo un maldito incidente, alguien me agredió, y estuve casi una semana de reposo, no deseaba salir, ni podía siquiera, y aproveché para releer a Cioran, fragmentos de sus obras más lúcidas recopiladas por Savater en Adiós a la filosofía; luego, sin descanso, La caída en el tiempo, en la ed. de Monte Ávila, Caracas, 1977. Y acabé con Nöël, el poeta pero también ensayista de una lucidez no menor, que en estos pequeños ensayos (éste se llama "La crisis de la felicidad") analiza de forma radiante esta época oscura. Tenía que seguir así, tras la sombra proyectada por ese libro de Quignard, que estaba acabando cuando de repente todo se me vino encima, y me vi de nuevo con la amenaza de la Depresión cerniéndose sobre mi cuerpo. Cuando uno está mal, se da cuenta de que sólo somos un cuerpo, un miserable cuerpo...

No sé si este blog seguirá por mucho tiempo. A fin de cuentas, no es más que un simple diario, en una blogosfera llena de diarios mucho más interesantes. Mi vida es muy frágil ahora, tanto como lo es mi cuerpo, tengo las defensas bajas, el mundo a mi alrededor está desquiciado y muchas veces entro en su maldito juego, cuando lo mejor sería hacer caso a Cioran, el último quínico, el estoico a destiempo, el contradictorio, que lo mismo celebra la ataraxia que arremete contra la sensatez y defiende la rabia y el furor, un activismo salvaje. Lo peor es sentirse caído del tiempo, en esa eternidad de abajo, en un presente estirado, en un domingo eterno. Un tiempo sin tiempo. Cuando pensaba que estaba mejor, todo era una ilusión. Estos días he pensado mucho en cosas del pasado, y eso es mala señal. Al mirar el correo, tampoco ví que nadie se preocupara especialmente por mí. Uno puede desaparecer en cualquier instante, y la maquinaria diabólica seguirá funcionado. Somos prescindibles, pero algunos más que otros.

Cuando uno está mal, humillado y ofendido, llueve sobre mojado. La música ya no me dice nada. Odio la música. Muy pocos libros vuelvo a coger. Estoy rodeado de recuerdos-cadáveres.

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Espero que estés bien, y no haya sido nada.

Fuerzas luKAS!!!
remonta amigo!!!



litae

2:29 p. m.  
Blogger perrodeerrazquin said...

Hola Lukas, soy otro perro y de vez en cuando leo tu blog. Ya sabes, los perros se huelen. En fin, parece ser que has sido agredido de forma gratuita. Pues también es cosa de perros estos barullos sin motivo. En fin, sigue escribiendo y deseo que te recuperes. Guau, guau

10:19 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Un beso y un abrazo muy fuerte, Lukas. Si sirve de algo: sigo leyéndote y sabes que te deseo lo mejor. ¡Ánimo y que el frío merme pronto!

Loriana (hecha un cubito de hielo, que no veas cómo está el clima aquí! :-)).

2:42 p. m.  
Blogger lukas said...

Litae, gracias por tus ánimos, voy a intentarlo, tengo que hacerlo, porque si te encierras y te dejas caer, es muy peligroso..., bien lo sé por otros momentos.

Magda, gracias a tí también, yo no quiero dejar este blog, me permite expresar ciertas cosas y estar en contacto con vuestros diarios, así que seguiré, tratando de buscar las cosas positivas, en el mar de insignificancia que nos rodea.

Sí, perro amigo, son cosas de perros, pero no el perro que hubiera deseado (un "amigo" errante, por ejemplo), sino otra bestia de peor olor :-( he ido a tu guarida, se está bien allí, así que me pasaré a menudo.

Loriana, querida, muchas gracias por tus ánimos, seguiré por aquí y por donde ya sabes, sigue el frío, el invierno sin duda es duro, y no estamos acostumbrados. Pero hay un frío que se aguanta peor, ya sabes, el que viene de dentro.

6:33 p. m.  

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