miércoles, marzo 23, 2005

Guarras


PAJA CON GUARRA
Te la come una guarra mientras ves una porno
por Torbe

Esta es una de mis fantasias mas cerdas por fin hechas realidad

En la vida estamos para cumplir fantasias, sino que sentido tiene toda esta absurderia que es la vida.

Recuerdo que cuando tenia 14 años me hacia muchas pajillas con revistas tipo Venca, Interviu, nuevo vale o hasta el Hola.
Cuando llegaron los de Private, la calidad de las pajas subio grandes enteros y yo me converti en un pajerillo del quince. Un abonado, porque la calidad y la excitacion subieron como la espuma, los de Private se lo curraban cantidubi porque metian unas tias encantadoras con unos lefotes preciosos en el jeto.

Una de mis fantasias mientras me hacia pajas a lo pobre, era imaginarme que una cerdilla me hacia la paja o me la comia mientras veia el video

Pajas a lo pobre es una expresion inventada por mi que guarda relacion al rico plato de "patatas a lo pobre", que era lo que se comia en la postguerra, un plato de patatas con algun condimento que lo hacian digerible, porque eran unas simples patatas.

Pues bien, pajas a lo pobre son las tipicas pajas que nos hacemos cuando no hay nada que llevarse a la boca, porque ellas no nos dan la oportunidad de acercarnos porque creen que las queremos follar nada mas conocerlas.
O dicho de otro modo, paja que se hace en ese estado aborto en el que, intentandonos ligar a la buenorra de turno, nos hacemos pasar por un ser totalmente asexuado, de intenciones amiguetiles, para hacernos amigos de ella, y que con el tiempo se enamore de nosotros.

Mucha amistad, mucho rollo, bla bla, pero de mojar nada, y AHI es cuando hacen acto de presencia esas pajillas pobretonas ellas.

si si, paja a lo pobre, pero muy rica la que lo hace...

Pues bien, para que la calidad de la paja sea optima, uno tiende a conjugar el porno que esta viendo con situaciones cotidianas. Por ejemplo, una tia que vaya a la uni a tu clase, que te vuelva loco.

Es rubia y justo estas viendo una peli porno donde sale una rubia que se le parece mucho, y oh, alguien te la esta comiendo.

Tu cerebro empieza a imaginarse que quien te la esta comiendo en ese momento es la rubia de tu clase, si, la estas viendo, es ella, y notas como te la come alguien que tienes ahi.

Ese sincronicidad de movimientos, esa accion-reaccion, podria dar lugar a un debate en el programa Redes, del Punset en La 2, porque es inventarse una especie de Matrix tu mismo en tu casa.

Haced la prueba algun dia, te pillas una guarra por ahi, la llevas a casa, eliges bien la peli porno que quieres ver, y cuando sale "tu chica" en la peli, le dices a la guarra que te la coma. (ya hay que ser guarra para hacer eso, por eso la llamo asi, guarra)

Tu miras todo el tiempo el video, sin mirar a la guarra, te concentras en "tu chica" que esta en el video, y a disfrutar.

La guarra empieza el mamadorcio, y tu te concentras, y hala, mira tu que paja-mamada tan sabrosona que nos acabamos de marcar. Ideal para contar a tus amigos.

Yo una vez lo hice con una novia alemana esto, hace ya unos años, una tia que se queria casar conmigo y yo pasaba bastante. Asi que la utilice de guarra para estas lides.

y ya que te la coman es el broche de oro a esta experiencia..

Pero es que con ella llegue mas lejos, porque la puse a 4 patitas y yo mirando el video mientras la cincelaba con mi broca.
Lo dificil era cuando me ponia encima porque no pillaba angulo.

Se ve que la tia se ralló mas adelante y ya no quiso follar conmigo. jajaja creo que se dio cuenta que la ultilizaba como un agujero! jajaja espero que no me este leyendo alguna feminista, que sino me cruje... jajaja feas, que sois todas unas feas las feministas, y las lesbianas tambien, cardos, fetos jajaja

hale, me voy por hoy, si haceis la cosa esta de la paja con guarra me lo decis, hala, a cascarla por ahi, cerdos, y a ver si os la maman, que muchas no les gusta
***

Me he reído mucho leyendo este "escrito" de Torbe, un tipo del que he sabido a través de un foro en donde se habla de "porno de autor", en plan cachondeo, para echarnos unas risas, porque no todo en esta vida es música viva, hay otras cosas... Uno pude pensar en el primer Santiago Segura, el de sus cortos cachondos también, como ése de las lolitas, de las que su personaje se aprovecha a placer, y otros más realmente conseguidos, que veía en casa de un amigo, en la época de quemar el vídeo de tanta película que nos metíamos en el cuerpo. Y es que el sexo, ya sea real o figurado, ha de ser un poco así, salvaje, quínico, lo más alejado posible de lo políticamente correcto. Al leer esto he pensado en Oli y en aquella revista gorda que compró nada más pisar Asturias, en junio de 1987, para divertirnos en grupo en las habitaciones del hotel de Covadonga, en donde armamos una orgía pajillera que para qué (cuando uno tiene quince años, qué otra cosa se puede esperar). En una de las historias de esa revista porno, había una tetona descomunal que en una de las secuencias hacía el amago de clavarse sobre un catus. En otra foto, se la veía llena de espuma en una bañera, la carne anaranjada esparcida alrededor. Dejamos el cuarto de baño un poco mojado, Claudio ya estaba empapando toallas, las carreras por el pasillo de madera (todo el hotel era así, estilo rústico, crujía y era divertido), nos pasamos casi toda la noche llamando a algunas tías, y al día siguiente nos echaron la bulla en el autobús. Me acuerdo de otra escena: Oli y yo bajo un árbol (un peral, qué sé yo), con una revista en la mano, mirando... Películas porno de la primera juventud, qué compañía. Cuando no se tiene otra cosa... Luego, en el primer año de universidad, parecía que todo el mundo estaba allí por lo mismo, para follar de lo lindo. Había dos tías en nuestra clase que iban a lo que iban, una de ellas además estaba como una cabra, y un día se puso a bailar bajo la lluvia. Yo miraba las páginas del periódico local, en los anuncios, y me preguntaba cuál de las que se ofrecían sería ella. Una noche, en una fiesta cerca de la facultad, todo el mundo iba progresivamente desplazándose hacia la pared y arrumacándose de una manera inequívoca. Al final, no pude irme con la preciosa chica de Antequera, maldita timidez. El sexo, hasta en teoría (tuvimos un seminario de sexología en donde conocí a Carmen, y a partir de ahí, sabía que era mi gran oportunidad). Lo mejor era el vértigo de lo desconocido. Fantasear con todas esas guarras que se lo montaban en cualquier parte.

Hay algo turbador en esa combinación de sexo en directo y representado. No hay relación sexual. Hacérselo con una botella verde de cerveza. Los calcetines. Hay algo tan patético en el sexo...

Entrevista con Torbe e Israel