lunes, marzo 28, 2005

La tragedia de ser adulto




Anoche, y después de mucho tiempo, me quedé viendo una película, Lolita de Adrian Lyne, que se me pasó de ver en el cine cuando se estrenó. Ví hace mucho, también en TV, la de Kubrick, pero no la recuerdo apenas, por lo que pienso que no me gustó. Se ha dicho que la elección de la actriz, Sue Lyon, no era la más adecuada. Y es verdad. Aquí el casting es soberbio, y para el papel de Humbert se escogió al mejor actor europeo capaz de vivir en Estados Unidos, Jeremy Irons; para el de Charlotte Haze, a una pizpireta Melanie Griffith, y en el papel clave de Lolita, a Dominique Swain, que más o menos tenía la edad de Lo cuando empieza la narración. A pesar de los muchos cortes publicitarios, la maldición de los canales en abierto, me quedé hasta el final. La novela de Nabokov es sobre todo un artificio verbal en donde se despliega todo el cinismo de un personaje aborrecible pero a la vez encantador, este Humbert que interpreta lo mejor que puede el actor británico. En la película se ha eliminado casi todo, porque el lenguaje cinematográfico es muy distinto, el cine es "presente que corre, con imágenes", por ello los saltos temporales y las disgresiones son muy difíciles de encajar. La voz en off se ha reducido a ciertos momentos clave, está bien que haya sido así. Se ha mantenido una escena clave, como es el primer encuentro con Quilty (no sé quién es el actor, pero también muy bien, dentro de sus limitaciones), "el sueño es una rosa, dicen los persas". También me encantó la secuencia hacia el final, cuando Humbert decide ajusticiar al que echó a perder definitivamente a la preciosa Lo, la nínfula que era la "luz de su vida". La visita que le hace a ese refugio, en donde lleva una vida mediocre, ¡y encima está embarazada!, es también emotiva. Y qué decir de esa huida final, y ese asomarse al valle, ¡podría ser Suiza!, y ese pensamiento de una dolorosa nostalgia, nostalgia, dolor por el regreso al "mundo real", al infierno que le espera. Lo que cuenta Nabokov, y Lyne con sus maravillosos actores, es una sóla cosa: que ser adulto es una mierda, que sólo la infancia, y esos años sonrosados de la adolescencia, tienen una posibilidad de felicidad, que sólo el contacto con una chiquilla como Lo, con toda su vulgaridad y el dolor que puede causar, devuelven un poco de aquel paraíso que un día tuvimos.

Dominique Swain, qué delicia de jovencita. Hay algún pasaje que me hizo pensar en un cuadro de Balthus, y otro, cuando Humbert vuelve de la barbería y la encuentra sentada en la cama, que me hizo pensar en la Joven sentada de Munch. Justo la escena que sigue, ese revolcón en la cama, esa lucha entre amantes, esa boca roja que se deshace, esa pregunta sin respuesta, es perfecta.

Pensaba, mientras la veía, en lo difícil que es un amor así, un capricho de esta índole. Lo sé por experiencia. Maldita sea, también una lolita se cruzó en mi vida. También hubo días maravillosos. También tuve que soportar sus travesuras, sus impertinencias, su pereza, la banalidad de su mundo pop. La Annabel que H. H. buscaba se ha metamorfoseado en una niñata insufrible, y lo bueno de la novela de Nabokov es que nos muestra este cambio mientras estaba sucediendo. Pero a pesar de todo, es carne joven, que se abre, que quiere tener un mundo propio, esos besos febriles, ¡ay!, ninguna mujer madura podrá ofrecérnoslo.

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

a mi me gusta esta versión de Lolita más que la de Kubrick, sobretodo por Jeremy Irons, veo todo lo que hace, y me gustaria ser Lolita si Humbert Humbert es ese único, misterioso hombre ya mayor...pero más encantador si cabe que en El pais del agua, preciosa peli también...
que barbilla, y que voz...

(Lo)-lita de Jeremy

3:49 p. m.  
Blogger lukas said...

Pues sí, por Jeremy Irons esta peli se alza como la mejor de las versiones cinematográficas posibles, pero también por la Swain, la verdad es que ella está si cabe mejor...

Magda, salvas a HH porque está sólo en una ficción, pero le llamas pedófilo, que es algo que en la época de Nabokov, a finales de los 40, todavía no estaba criminalizado como ahora... O sea, que si está fuera de la escritura, ya no es encantador, sino un monstruo... Curioso... A N. no le gustaba nada, tal vez porque compite con él en una escritura muy trabajada..., qué pena que en la peli no salga eso de "estoy tan cansado de ser tan cínico". Yo creo qu aquí reside su esencia, en esta declaración de su propio carácter. Lo realmente monstruoso y terrible, en la novela, es esa mezcla de posesión por parte de Humbert, y de frivolidad por parte de Lo, que hace que la "relación" al final se rompa. Lo deja de ser inocente en el campamento. Humbert la trata siempre con dulzura. Quilty es el verdadero pedófilo. Que quede bien claro.

Y las personas reales, ¿por qué no se van a sentir atraídas por esas jovencitas? ¿acaso niñatas de veinte años no se van con hombres maduros o incluso viejos, persiguiendo fortunas?

10:31 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

perdonad los dos pero rezumais moralismo un poco bastante rancio.Los dos, que quede claro.Lolita es una historia de amor, más amor por parte de humbert humbert claro, está pilladisimo. Ella un poco al principio, pero luego se cansa.Lo de pedofilo he alucinado, y lo de las chicas que se van a por el viejo no viene a cuento. Perdonad, pero estais contaminados por lo que se dice la guerra de los exos. Es decir si alguien defiende más un sexo que otro en situaciones "interesantes", alla que va otro y saca mierda del sexo en entredicho.

Lolita es una obra maestra de lo más real, a mi me atraen los señores grandes, y como jeremy ya lo he dicho...mmm....


Salut amicci!!
Lita-lo

3:29 p. m.  
Blogger lukas said...

Lita-no-Lolita, y a mí me hace gracia que digas que lo de la joven que se tira al viejo por dinero no viene a cuento, porque sí que viene, es el Cuento de nuestra enfermiza sociedad, en lo sexual sobre todo. Pero esa chica ya fue educada desde antes para conseguir lo que quisiera vía sexual. Las lolitas lo hacen de forma más sutil, seduciendo con su falsa inocencia, porque Lo ya ha sido maleada en el campamento de verano. Y no puede ser una historia de amor, porque lo que siente Humbert es adoración, como si ella fuera una bella mariposa a la que contemplar, hincar bien y no dejar escapar. Pero ella está muy viva y escapa con el pervertido y luego con el gañán. La novela es una obra maestra por su escritura, pero las situaciones son escabrosas, líricas y fatales. No hay ningún modelo ahí, Nabokov pretendía mostrar la fealdad del mundo moderno.

Y bueno, que te gusten los hombres mayores dice algo de tí, de tu educación y de tu complejo de "animus", el hombre sabio y protector, ay!

La guerra de sexos existe y existirá, por mucho feminismo que haya...

11:14 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

A veces, cuando un trabajo se convierte en arte, hay que mirarlo y disfrutarlo sin prejuicios, como en el caso de Lolita. Ambas versiones son muy buenas

2:50 p. m.  

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