lunes, abril 11, 2005

Vida de un Don Nadie

Para quien no es aficionado al mundo del comic, la figura de Harvey Pekar no le dice prácticamente nada, pero incluso para los fanáticos de este nuevo arte, este creador singular es bastante desconocido..., porque como muy bien se ironiza al comienzo de esta genial película, él no se interesa por los superhéroes, sino... por sí mismo, un chico de barrio. En qué momento este pringado, que trabaja de archivero en un hospital (una especie de ratonera), decide esbozar en unas cuartillas unas historietas que son su propia vida, eso los dos directores de American Splendor lo muestran muy bien, y ahí está la gran virtud de esta joya del nuevo cine independiente from USA: en hacer presente, desde el tono documental, las vivencias de un cualquiera, un pesimista radical, que sin embargo no se resigna a pudrirse lentamente y decide dar un pequeño salto creativo, con la ayuda inestimable de un tal Robert Crumb, el padre, si se puede decir, del comic underground. Y así es como este perro consigue popularidad entre lectores y amigos, primero, y los grandes medios del momento, luego, hasta llegar a la televisión y montar unas juergas impresionantes en el programa de David Letterman. Como nadie puede estar solo sin morirse de asco, Pekar decide también lanzarse a la aventura de vivir de nuevo con una mujer, y la que aparece parece estar hecha a la horma de su zapato: Joyce, qué descubrimiento. La vida, sin embargo, le tiene reservadas algunas sorpresas, que el espectador ya irá comprobando, pero al final y tras tantos contratiempos, parece que Pekar consigue un poco de calma y seguir adelante..., con sus historietas... y su deprimente trabajo en el sótano aquel.

He aquí una película diferente en muchos sentidos, no sólo por el tono elegido, de amargura con toques de comedia agridulce, sino por la técnica revolucionaria (si se puede decir así) con que está hecha, pues de vez en cuando, y sobre todo en ese intro fenomenal, aparecen viñetas en medio de las imágenes "reales", una de cuyas secuencias, la de la compra en ese supermercado con la vieja judía (que desencadena de alguna forma el proceso creativo de Pekar), es sencillamente antológica. Pero no sólo esto hace que la linealidad y el formato sean interrumpidos de vez en cuando y en los momentos menos esperados, sino que el aire documental del conjunto, con la intervención del HP real y de Joyce también, con sus propias palabras en el set de rodaje, hace que todo se vea con mayor realismo y haya mayor verosimilitud. Realmente, estos dos directores, que han trabajado sobre todo en el campo documental, han hecho algo fino.

Ni que decir tiene que la presencia de Paul Giamatti en el papel principal es uno de los alicientes de esta cinta. Si la semana pasada lo pude ver en Entre copas, el sábado pasado pude verlo de nuevo, en una nueva historia sobre la otra cara del sueño americano, muy bien expuesta a través de otro de los personajes del filme, Toby, que es el promotor de alguna forma del término "pringado", al ir a ver una cinta sobre el tema, en donde los pobres diablos se toman la revancha. Aunque en la vida real no sean como en esa película tonta, sino como los directores lo describen aquí: gente que sobrevive, gente que acumula discos de jazz, alguna que otra enfermedad, rabia, gente que pierde la voz ocasionalmente (cómo me reí en el comienzo, por favor!), gente que vivirá con una pensión medianita en su jubilación. Y Cleveland es un sitio tan bueno como cualquier otro..., o como dice Joyce, tan mierdoso como cualquier otro.

P.S. No sólo hay un diario gráfico --y público-- de su propia existencia, sino que llega un momento (en una de las secuencias más cómicamente turbadoras) en que Pekar y Joyce asisten al espectáculo de su cotidianeidad, se convierten en mirones de sus propias andanzas, en la representación teatral de los cómics. Y, como una nueva vuelta de tuerca vertiginosa, Harvey también contempla, y participa con sus comentarios, en la filmación de su vida desde los años setenta en adelante. Vida convertida en ficción (o farsa, como en los programas de TV), o ficción vuelta documento, docudrama, comedia ácida de tiempos críticos.