jueves, mayo 05, 2005

Un drama

Las primeras imágenes de la película son de un tono onírico y se pronuncian unas palabras que son un guiño a la película anterior de Susane Bier, Te querré para siempre. No es la única vez que aparecerán. También hay imágenes del desierto, y no sólo el real sino el imaginario, o el que surge de forma fantasmática en The King Is Alive. Estamos ante un drama con toda su fuerza, de una intensidad como sólo aparece en el cine Dogma, aunque la directora danesa ya no está en esa corriente, sino en sus brillantes consecuencias. Quien se ha criado con las mejores hierbas, luce. Una muerte, aunque sea en tiempo de guerra, crea un trauma difícil de superar. Todo lo contrario que sucede en el cine-hamburguesa de Hollywood, que es imaginería de videojuego, y sigo disparando porque me divierte. No, en la vida real, las crueldades se pagan muy caro; también las escenas amorosas son rodadas con delectación epidérmica. Pero ya digo, por encima del artificio técnico, está el dramatismo de una familia que se viene abajo, y con ella la "burguesita remilgada" enfrentada al dilema de una soledad extraña y la compañía no menos irreal de su cuñado. Michael es el típico hombre favorito de su rígido padre (el típico protestante nórdico también), porque siempre hizo las cosas con empeño, y porque las armas es una profesión de hombres; Jannik siempre está con un cigarro en la boca, una copa en la mano, con su chupa de cuero y en busca de un trabajo imposible. Sarah está interpretada por la actriz Connie Nielsen, muy hermosa, pero desde luego no está preparada para los embates que se avecinan. Y en mitad de todo eso, los padres de ellos, "buena gente", y las niñas del matrimonio, que vivirán en carne propia el torbellino final. Dogma dijo: dejaros de escenas superficiales, hay que ir a lo esencial, y lo que importa es esto: que hay conexión espiritual aparte del contacto físico (plano / contraplano cuando Sarah y Michael están separados), que la música también es un estado del alma, y que lo que hacemos a los demás repercute sobre nosotros. Lo que sucede en Afganistán vendrá luego a estallar en la bucólica Dinamarca, la tierra del Nuevo Cine. La secuencia del clímax de violencia es de un realismo tal, que nos quedamos conmovidos.

Yo estaba solo en el cine esa tarde, joder, solo, eso sí que es una buena sesión... Ahora que se acabó el dichoso festival, la gente parece que tira de DVD.

Hermanos es cine cien por cien en estado puro, que ha recibido algunos premios importantes, y que sigue en la órbita del movimiento danés que ha sido la última revolución en el anquilosado panorama cinematográfico. Es verdad que ahora se prefiere el cine oriental, de hecho, en la sala de al lado daban Samaritan Girl del director coreano de moda, pero leí en cierta parte que no era tan buena como Hierro 3. He de confesar que lo que más me gusta es el cine europeo, porque soy europeo, y Europa es la mejor de las tierras posibles en este planeta, y porque es el territorio que entiendo. Puedo ver cine de otras latitudes, pero no es lo mismo, y ver cine sólo por placer estético, y pienso en el cine de Wong Kar-Wai, no es muy interesante a fin de cuentas. Así que hay que esperar al buen cine del viejo continente, y la próxima será Las hermanas enfadadas con la impagable Isabelle Huppert.