viernes, junio 03, 2005

Decepción

El miércoles me metí en el cine para ver Eleni de Theo Angelopoulos, y salí decepcionado, porque me esperaba..., ¿qué demonios me esperaba?, no sé, algo que tal vez nunca fue así realmente, sino una ilusión en mi cabeza, porque de este director sólo vi Paisaje en la niebla, y recuerdo que me gustó, aunque más por la estética que por lo que se contaba. En las películas de este director (también he visto La eternidad y un día) no suelen pasar muchas cosas, es más, apenas hay acción, la narratividad brilla por su ausencia. Se caracteriza por los largos planos-secuencia, que ha convertido en rasgo estilístico. Es un cine viejo con ganas, y aburre hasta límites insufribles. Uno podrá decir: también eso pasa con Godard, que tanto te gusta. Sí, me gusta, pero es que en Godard hay pensamientos, hay reflexiones brillantes, hay imagen trabajada, hay contemplación, sí, pero de otra manera. La contemplación del griego es realmente mortecina, el espectador asiste al Hielo. De hecho, en la primera hora di varias cabezadas, y por eso luego me sorprendí de los hijos de la pareja protagonista (¿cómo, de dónde salen éstos?), por qué ellos se enfadan y no quieren estar a su lado, ¿es que fueron dados en adopción? Seguro que pasó cuando dormitaba..., la película es larga, casi tres horas, y cuando uno ha de enfrentarse encima a una monotonía semejante, en donde todos los personajes visten igual, todos los hombres tienen bigote, todos parecen ser músicos y las mujeres plañideras..., cuando no hay rasgos individuales, sino que se acercan al coro de la tragedia griega, entonces: venga, que termine cuanto antes. Y te da vergüenza ajena, y sientes lo ridículas de muchas secuencias, y no sabes qué hacer, si mirar al techo (miraba al techo, para ver el halo del reflector) o echar otra cabezada. Si este es el cine europeo que se quiere (hay un encuentro ahora en Barcelona para discutirlo, y Soukurov desea que el cine arranque de la literatura, qué horror), entonces, dejaré de ir al cine. Bueno, menos mal que gente así no abunda tanto, y que hay directores, como las presentes en Cannes (Haneke, Cronenberg, Jarmush, Trier) que hacen un cine auténticamente vivo.

Porque no basta con hacer bellos planos-secuencia, de quince minutos o más de duración, planos sinfónicos, como movimientos de una sinfonía bruckneriana se diría. No basta alternar el negro del luto con el blanco de ¿la esperanza? ¿la paz? en un baldío, presentar esa terraza junto al mar y la brumosa indistinción de cielo y agua. Todo parece en ruinas, como esa Europa que va hacia el desastre. Pero la guerra es sólo un eco, y todo es fantaseado, y hasta el grito final parece impostado (no hay emoción en el cine del griego, por mucho que se diga). Y TA pretende seguir, con dos filmes más con la historia del siglo XX como telón de fondo: mejor que hiciera un documental, porque esta ficción no cuela...

***

Me puse a leer F. de Justo Navarro (Anagrama, 2003), especie de informe sobre el personaje Gabriel Ferrater, traductor, metido en el mundillo literario de Barcelona y autor de algunas obras personales, amén de innumerables estudios críticos sobre las más variadas materias. Todo empieza en la terraza de un bar, cuando él tiene 35 años, y le dice a Jaime Salinas que se matará antes de su 50 aniversario, en mayo de 1972. ¡Y el tío lo cumplió! Partiendo de esta curiosa premisa, el narrador afincado en Nerja nos va contando, de manera más o menos lineal, pero con saltos hacia delante y hacia atrás, la existencia errática y de novela negra casi, de este extraño de las letras hispanas, de este cínico siempre con gafas negras como su peculiar máscara ante el mundo gris que le tocó vivir (casi todo el franquismo, nada menos). Desde su infancia en Reus hasta esa noche oscura en un camino de árboles en donde vuelve a romperse las gafas, pasando por sus años militares y luego todas las juergas alcohólicas, lo que aquí se nos muestra es una vida breve pero intensa, con muchos elementos atractivos, como su fugaz matrimonio con una norteamericana o esa relación neurótica con la milanesa trastornada. Y sin embargo, conforme avanzaba en la lectura, se me vino un fantasma: Vila-Matas, curiosamente con su obra El mal de Montano colocada un poco antes en el catálogo de esta editorial. Detesto la literatura falsamente posmoderna de Vila-Matas, y descubro entonces que Navarro está en su onda: ¡queriendo hacer de un simple literato, de un vividor en la Barcelona de los sesenta, un personaje fascinante! Venga ya. Que no me lo creo.

Ahora, para recuperarme del doble fiasco, leeré la monumental biografía de Edmund White sobre Genet, que ha salido en bolsillo, y tambien algunas obras del maldito por excelencia, como Santa María de las Flores, que he visto en Alba.

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Lukas!!

no puedo reprimirme...eleni es larga, sí y tiene fallos, pero angeloupolus merece la pena...el recorrido por los que dan (de dar) la música no te gustó????
esa orquesta dirige la pelicula, tiene tantas lecturas....sólo ese grupo de hombres...

tienes que mirar como los personajes que en el fondo son los griegos, o nosotros los europeos estan como predestinados a la guerra, y as u miseria...como toda guerra,no?
--la pregunta es: ¿por que me toca mi??--viendo todo ese destino del que no logran sustraerse..

fijate menos en los actores, que son como niños que no saben bien lo que hacer, y se separan, sabiendo que cometen un error...

fijate en la música como no sólo es la salvación del muchacho, sino la única belleza entre tanta destrucción...
sus composiciones tristes que le salen...de dentro

este director griego está salvando el cine, chico...

pero sino te convenzo, vale, pero tienes que ver "la mirada de ulises", e ir desnudo...de corazón, entonces deja que te duela el dolor con este cineasta.

lukas tienes que ver como trata el tiempo en sus peliculas, casi puedes sentir como pasa esa pesadez de tiempo trágico en la mirada de ulises...

doble es la tentaiva, porque harvey keitel se merecia un papel asi...

"la eternidad y un dia"...es genial tb, otro dia hablamos!!!

saludos

litae

9:49 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pues a mí me toca disentir sobre el comentario del libro de Justo Navarro, o mejor aún, sobre las opiniones vertidas respecto de Ferrater.

Te recomiendo un número de Letra Internacional, no recuerdo cual, dedicado semi-monograficamente a Ferrater. Para los catalanes, la poesía de Ferrater es una cima del siglo XX, al lado de impresionantes escritores del tamaño de Espriu, Carner o Foix. Cualquiera de ellos hubiera ganado el Nobel, de no ser por cuesriones políticas.

Y Ferrater fue un personaje tremendo, nada de un simple vividor. Sólo hay que pasarse por la Universidad de Barcelona y recoger los mil y un comentarios que todavía corren por ahí respecto de las actitudes del poeta. Yo he hablado con antiguos alumnos (y sobre todo, alumnas) y hay historias para más de un volumen.

No sé qué dice Justo porque no lo he leído, quizás lo haga después de tu comentario. Mira por dónde, me has hecho ganas de regresar a Ferrater y de leer esta novela que en su día no compré...

No comparto para nada tu visión de Vila-Matas. ¿Posmodernismo? Te pusiste espléndido, pero la palabra no explica nada. La literatura de Vila-Matas me parece una de las más sugerentes de la actual narrativa española.

1:32 a. m.  
Blogger lukas said...

Litae, sí, a lo mejor no atendí del todo a los músicos, que son el centro de la historia, y la música lo único que se salva, lo que sucede es que la banda sonora de Eleni..., que es la misma de otras pelis, me pareció repetitiva, hartante hacia la última hora. También ese parece ser la estrategia de la cámara, con esas ganas de regodearse siempre en el desastre y la ruina. No creo que estemos abocados a ver eso, porque hay películas de Rohmer que son muy luminosas, ¡y es tan europeo o más que Angelopoulos!

Parole, es posible que Ferrater, el crítico y traductor real, fuera un excelente profesor, ¡pero eso no le interesa a Navarro, y no sale en el libro! También su faceta poética es dejada a un lado, apenas hay referencias, y ni un poema transcrito. Lo que le interesa a JN es la novela negra, con todas sus anécdotas casi irreales (la historia de la milanesa, el encuentro con los libreros provincianos, el casamiento en Gibraltar, etc.). Dashiell Hammett en el centro, no en una esquina. GF aparece como un personaje más de novela negra, un cínico vividor..., si lees el libro, ya verás que no me lo invento. Por lo demás, sigo pensando lo mismo de Vila-Matas, con etiqueta o no. Creo que en el futuro se verá que fue endiosado por Herralde y cía.

10:39 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

angelopoulos no es sólo europeo es griego, lukas...sabes lo que significa ser griego y amar los mitos???
amigo, los mitos griegos son una de nuestras constituciones principales como cultura...somos cultura y biologia claro..pero somos griegos, y el cineasta contemporaneo hace surgir de la tierra, de la historia, de la mirada, y de la música lo inabarcable de ese fondo mítico que sigue corriendo por nuestras venas....

rohmer luminoso??? es melancolico, sugerente, le falta potencia, no explota nunca!!!!!
pero perdona me repito, no te pares en una pelicula con el griego...supera a tres o cuatro rohmers...la mirada de ulises, lukas!!

***
vilamatas es un pesao que no sabe escribir, un chupa-ideas con amigos influyentes...enfin...
aprenderá algun dia a tener ideas propias???no lo comprobaré porque insulta la inteligencia de cualquiera...ya le gustaría ser posmoderno a la manera de lukas, pero no llega...

litae

11:02 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Gracias por los añadidos sobre el libro de Justo: sin duda parece malo, no a la altura de la persona de quien habla. Como bien recuerdas, aparte de poeta, hay una trayectoria de Ferrater como crítico y traductor que echa para atrás: ponle al lado de los Conte, Gracia, García Posada y demás, y los diminutiza hasta hacerlos desaparecer.

Y sigo creyendo en Vila-Matas: noto una fobia hacia él bastante extendida. Claro que hay un poco de pose y un algo de posmodernismo o como lo queráis llamar: pero a mi lo de Bartleby me sigue poareciendo una buena idea y un buen trabajo. Le va a pesar, quizás, el querer explotar esa línea, como ya ha sugerido en El mal de Montano y su último libro. Pero ni que sea también por comparación, me aburre infinitamente menos que la gran mayoría de nuevos talentos hispánicos.

¿Alguien ha visto alguna relación entre el primer Bolaño y el último Vila-Matas? Buscad, buscad, no son inventos míos, y Bolaño está hoy más endiosado que Vila-Matas (aunque con razón por dos de sus libros, no hace falta decir cuáles).

11:31 p. m.  

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