sábado, agosto 13, 2005

Ahora, la fiesta



Revista de Occidente, en su número de julio-agosto (nº 290-291), dedicado a Cultura y consumo de masas, trae un excelente artículo de Pascal Lardellier titulado Consumo sentimental y sexual de masas en la era Internet, que es una elaboración a partir de su obra Le Coeur Net. Célibat et amours sur le Web (Belin, París, 2004). En él, habla de forma ingeniosa, usando constantes neologismos y expresiones acertadas, con base psicoanalítica como en buen francés, de este nuevo modo de acercarse a las relaciones en la "era de la comunicación". Utiliza para ello un breve estudio de las plataformas de solteros, como agencias vituales tipo Match o Meetic, y los chatting forums. Al final, internet es sólo un medio, lo que han cambiado son las relaciones mismas, bajo la égida de la mercantilización de todo, ahora también lo que tiene que ver con los asuntos amorosos. A partir de esta metamorfosis, los solteros (y también los que ya tienen pareja, como se descubre en el último apartado) tienen muchas más ocasiones para dar rienda suelta a su incapacidad de compromiso y su zapping emocional (dentro del ya presente pragmatismo sentimental que venía siendo la tónica durante décadas). Mediante estos salones de charloteo virtual, la gente se conoce a través de una ausencia del cuerpo, puesta al día frívola, muy ligera, de las antiguas correspondencias dieciochescas. Ahí está toda su virtud, pero también toda su debilidad: la no presencia de los interlocutores hace que se desborde la fantasía, se creen nuevos códigos para estos seductores y "amigos" numéricos, que incluye un "habla escrita" que hace explotar la buena escritura deseada. Pero esto también es una plataforma para las mentiras, decepciones y todo tipo de engaños. Cuando los contertulios deciden dar el salto al "mundo real", a conocerse en físico, sucede normalmente esa decepción, y la evitación de toda relación seria. Pero esto es justo lo que la sociedad liviana de ahora desea: y este entramado de máquinas zumbantes, las máquinas del deseo de Deleuze, son las que hacen posible la nueva erótica posmoderna. Mientras leía el ensayo (que todos los internautas curiosos deberían leer), me acordé de mis Tiempos del Messenger (ahora convertido en un instrumento de adolescentes, ahora que la gente está ya en la blogosfera, algo más "serio"). En mis expectativas, en mis pasiones de medianoche. El cibersexo, también. Por un lado, no quiero acordarme de toda aquella soledad y trasnoche, pero por otro lado, recuerdo las vibraciones muy reales cuando esperaba a Tonina, Isabel, M., tantas otras. De alguna forma, lo echo de menos, pero como sucede en este mundo, todo es efímero, tiene sus modas, y el ánimo de cada uno hace deslizar estas modas sobre el propio sistema nervioso y la mente al borde del descalabro.
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Pues no, a mí tampoco me gustan estas verbenas y fiestas veraniegas, sobre todo las que se agrupan en torno a la Virgen de agosto. Ahora está en marcha ya la Feria de Málaga, o sea, toros, coches de caballos, muchos farolillos, vino de la tierra, pescadito y... la pachanga insoportable. Contra eso, y para montar una fiesta especial, La Noche Cromática hizo anoche un programa especial. Escuché una parte: el foxtrot con que acaba la Suite de Jazz nº 1 de Shostakovich; Petrushka de Stravinsky, sólo el comienzo, con esa mezcla de músicas en la plaza del mercado; Margarita en la rueca, ese maravilloso lied de Schubert; el charlestón de Martinu de su jazzpiece La revista de cocina; y un momento, el final, de la cantata de Frank Martin In terra pax, que el oyente que lo pidió desea que signifique "un nuevo cielo", bajo el que ya no suenen esas cosas infernales de ahora. Ilusión, sí. Los que disfrutamos con la música de verdad somos una minoría. La mayor parte de la humanidad está en el ritmo infernal, por eso estas fiestecillas del verano son lo suyo, está hechas para la masa. Menos mal que hay alternativas a este pandemonium.
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El turismo de sol y playa es turismo basura. Bueno, al menos una vez en la vida es bueno ver el mar, si vives en el interior, pero..., ¡siempre sol y playa!, qué aburrimiento. Uno, que vive en la Costa del Sol desde siempre, ya no le presta mucha atención, ni le doy mucha importancia a este maldito lugar. ¿Playa?, no, gracias. Por puro contraste, siempre me gustó ir a lugares lo más alejados posibles de este Mediterráneo contaminado por turistas basura y cemento inmobiliario. Al Norte. Turismo cultural, sí, por qué no. Lucerna es el mejor festival clásico del mundo, pero no podrá ser. Hay muchos otros, también en el norte de España. Así que me marcho unos días, serán pocos, sí, pero... En fin, que ahora desconecto. Hay que dejar atrás todas esas cosas del año muerto. Ir en busca de un buen restaurante, un paseo junto al Cantábrico, un concierto tal vez...

5 Comments:

Blogger Belle said...

Yo también huyo al Cantábrico , me llevaré tu recomendación , creo que no me va a venir nada mal ...

(Sí , es un rollo esto de las fiestas , venga pachanga , venga farolillos venga a aferrarnos al tópico , venga Andalucía sólo hay una y venga a no saber dónde está )

Sin embargo , yo no creo que todo sea efímero , sino todo lo contrario , intentamos que lo sea como un modo de escapar de lo que sabemos que fué , es y seguirá siendo con o sin nosotros. Es sólo una huída hacia adelante sin pensar que los caminos más desconocidos son siempre los de vuelta .

En fin , buen viaje.

2:09 p. m.  
Blogger Magda Díaz Morales said...

Que tengas un excelente viaje, que rico poder hacerlo.

7:09 p. m.  
Blogger Bo Peep said...

Estoy de acuerdo contigo. Y creo que los grandes ganadores son los que sólo buscan dar rienda suelta a sus fantasías y no desean encuentros reales, para esos es perfecto. El problema está en encontrar alguien que persiga lo mismo.

9:08 p. m.  
Blogger Rain (Virginia M.T.) said...

Por esta vía blogosfera, creo que sí, llegan a plasmarse afectos. Lo que sucede es que tal vez no sean muchos...

Y te cuento que por aquí hay unas fiestas lamadas 'patronales' que tienen ciertamente, también de herencia española, mas en esencia son híbridos donde nuestros ancestros están vivos. Hay 'cortamontes' (se baila alrededor del árbo cortado en ronda), comida, procesiones -esa parte sigue siendo pintoresca...- y lo que más me gusta a mí es la alegría del pueblo que baila y ríe sencillamente.

Hace poco volvió una amiga mexicana, que extrañaba, porque lo suyo es como lo decía en un post,mezcla de calidez e ironía. luego de su viaje, se nota claramente que algo en ella ha cambiado. ¿Te sucederá a ti eso? ¿cambiarás en algo?

Tengo muy presente ver a Travis y aún no me ha sido posible. De esta semana no pasa. por mí, la viera ahora mismo, si tuviera ya el Dvd'.

Hasta tu regreso Lukas. Buenos vientos.

8:35 a. m.  
Blogger Dulce M González said...

Vengo llegando y me encuentro con la sorpresa de que te fuiste. Te deseo que lo disfrutes mucho.

En mi caso, las relaciones por Internet, en especial a través del correo, me dieron material para una novela. En realidad me di cuenta de que estaba escribiendo una novela epistolar cuando ya la relación estba muy avanzada. Supuestamente escribía acerca de mi vida, anécdotas, historias, etc.; pero de pronto caí en cuenta de que estaba ficcionando, diciendo mentiras, convirtiendo mi vida en ficción y mi persona en personaje. Fue genial hacer algo bello con ese material. En fin, hay casos en los que vale la pena arriesgarse en este medio... Saludos.

6:30 a. m.  

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