viernes, septiembre 09, 2005

Alta cocina II

Al mirar de nuevo viejos suplementos, encontré uno de viajes de El Mundo, en donde viene una reseña del restaurante L'Arpège (rue de Varennes, en París, frente al Museo Rodin). Un lugar de aspecto minimalista según se ve en la fachada, dirigido en los fogones por Alain Passard, que ha cosechado ya tres estrellas Michelín, lo máximo según esta prestigiosa guía roja (aunque me entero que hay una superior). El precio es realmente impresionante, 300 €, ¡así que se supone que la comida es de un refinamiento casi divino! Me gusta lo que dice el crítico-cronista mexicano del enlace que coloco aquí, cuando habla de la pasión por la música del chef, y cómo trata de conjugar ambas pasiones, y cómo habla de oír el fuego, la comida que se va elaborando, etc. Esto me confirma, por si quedaban dudas, que la nouvelle cuisine es la mejor expresión poética de nuestro tiempo. Fascinante mundo.

6 Comments:

Blogger Magda Díaz Morales said...

Me encantaría ir, Lukas. ¿Caro? ¡carisimo!, pero sería estupendo saborear los platillos acompañados de un vino estupendo. Y de acuerdo: "cocer es una conjugación entre la sensibilidad del cocinero y la fuerza de la flama". La nouvelle cuisine sí que es una expresión poética de nuestro tiempo. La vida también tiene cosas lindas como esta, aunque no se pueda asistir cada viernes ;)

7:26 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Cosas lindas para quien lo pueda pagar. Los demás nos conformaremos con menos. Sinceramente, no me interesa. No puedo pagar 300€ mientras alguien en la calle de al lado no sabe como comerá el resto del mes.
En fin, intento ser muy sincero. Arte culinario para los de siempre.

1:49 p. m.  
Blogger Paola said...

Angel, no sólo para quien lo pueda pagar, creo que estas equivocado. Paga quien no esté dispuesto a trabajar. Desde hace más de una década, la alta cocina, se ha acercado a la gente a través de la televisión, de las revistas, de los libros (que luego de un tiempo en las vidrieras, pasan a las mesas de oferta y son verdaderamente accesibles).
No puedes ir a un restaurante de 300 E el cubierto? Pues aprende a cocinar. Es tanto o más placentero que sólo sentarse a comer. Invitar a amigos a comer, acostumbrar a tu familia a comer bien, es un gozo. El mundo está lleno de injusticias como las que mencionas, pero vivir bien muchas veces es una elección y no una cuestión que este determinada de antemano.

1:58 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Siento no haberme explicado bien, Paola, porque yo sólo me refería al hecho de pagar esa cantidad en un restaurante. En ningún caso a cocinar en casa, algo que disfruto y a lo que dedico bastante tiempo al día. Además, no es cuestión de tener o no el dinero para ir a esos restaurantes, sino de que quiera o no gastármelo en eso.

6:12 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Bueno, no hay que exagerar. Lo bueno de la moda de los chef estrellas y la cocina artística es que crea escuela. Se gana tanta pasta que las tentaciones de emulación son infinitas. No todos llegan a buen puerto de calidad y confianza, pero algunos sí, y muy cercanos.

En Córdoba contamos desde hace poco con uno de ellos que incluso llegó a ser presentado en un El Viajero de hace unos meses. Este es el enlace:

http://www.elpais.es/articulo.html?xref=20050507elpvialbv_2&type=Tes&anchor=elpviabue

Yo fui una sola vez y la verdad es que flipé en colores. Y eso, o tal vez por eso (quién sabe), que yo no soy un gourmet demasiado fino, al menos a esos niveles. Y sobre todo que no hay que pagar las burradas de las grandes superstar. Además que resulta muy entrañable comer un "carpaccio agridulce de gambas blancas de Huelva" debajo de una repisa fósil de tele de bar de barrio, justamente del barrio de la Fuensanta.

¡Que aproveche!

1:11 a. m.  
Blogger lukas said...

Bueno, me alegro que estos mensajes sobre la nueva cocina susciten comentarios y algunas pequeñas polémicas. Es verdad lo que dice Paola, para quien tenga una cierta habilidad con la cocina y tenga a mano algunas recetas o libros interesantes, puede presentar alguno de esos platos que de entrada parecen obra de alquimistas... Hombre, los de Adrià requieren de muchos aparatos de última tecnología y una cocina casi de laboratorio, como la que tiene en su Taller elBulli de BCN, pero hay otros platos que son accesibles. Y es verdad que hay de todo, restaurantes que la gente normal puede pagar, y otros imposibles, los que tarifan ya más de 60 € por las famosas estrellas, que hay que mantener el nivel... Entiendo en parte lo que dices, Ángel, pero la vida es muy breve y hay que darse algunos placeres, comer con todos los sentidos, y en restaurantes más bien mediocres sólo te alimentas, y punto.

Manuel H., he leído lo que pones del Choco, qué bueno, gracias por el enlace pues no tenía ese nº de El Viajero... Si me paso por Córdoba, te doy un toque y vamos ahí, ¡encima el chef es amigo de José Carlos, del Café de París! ¡Viva la cocina andaluza!

11:19 a. m.  

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