martes, septiembre 20, 2005

Deprimente II

Leo la reseña de Manuel Hidalgo sobre Doctor Pasavento de Vila-Matas, en El Mundo del sábado 10 de septiembre: El viaje hacia la desaparición del humorista angustiado. Ya el título de la "crónica", y la sección en que se ubica (Los imperdibles) echa para atrás, con esos títulos tan rimbombantes, pero eso no es todo. Es una reseña hecha por un lameculos, alguien que dice sí, y viva el marketing. No es ya que VM no sea un novelista, es que dudo que sea siquiera escritor. Es, de todas formas, un cínico de cuidado, el mayor de las letras actuales, y eso se demuestra sobre todo en la travesía de paradojas de la "novela", y que como señala Hidalgo: "El narrador se huele que su deseo de desaparecer en el más loco anonimato --la locura, otro tema del libro-- puede ser la tapadera de un incontrolado afán por redimensionar y dar notoriedad a su yo". VM tiene un ego tan grande, tan extenso, que necesitaría años para abarcarse, de ahí que todas las temporadas nos endose Anagrama (su amiguito Herralde) un "libro" suyo, de esta metaliteratura o autoficción, me da igual la etiqueta, la cuestión es que resulta patético y deplorable. Ahora la toma nada menos que con el angélico Robert Walser (menos mal que no le dio por Pynchon), como si citándolo pudiera ponerse a su altura. No se vuelve loco quien quiere, no desaparece cualquiera. Este tío lo que quiere es más publicidad, más fans fatales, o no, y seguir con su cuento de todos los años. Ya el remate demencial del lameculos de Hidalgo es la sugerencia final: ¡un índice onomástico en los libros del escritor!
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Ciudades arruinadas. Lo de Isla Mayor sigue su curso, su curso delincuente: algunos tipos entran en la cárcel, después que casi todo el pueblo acudiera en protesta a Coria del Río, donde están los juzgados, pidiendo actuaciones contundentes contra los delincuentes de una banda llamada la Banda del Pimiento. Andalucía. En una barriada de Sevilla, alguien protesta de forma divertida (aquí el humor sí que funciona) contra el vandalismo cerca de su casa, contra la pasividad de la policía y sobre todo el cinismo del alcalde, "convivencia", jaja. Ruidos en Periana, el que era un pueblo blanco de la Axarquía, y que ahora está invadido por los nuevos bárbaros motorizados. Es mejor no seguir, porque la lista sería demasiado larga.
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Philip Glass estrena con éxito su nueva ópera, basada nada menos que en Esperando a los bárbaros de Coetzee. Yo sigo con la novela que ya dije ayer, ahora estoy en un momento crítico, cuando Michael K está internado en ese campo de trabajo, y no sabe, impotente, qué hacer (pero se le dice, si trata de saltar la verja, será peor, lo llevarán a un lugar más malo...). Era mejor en las montañas (qué pasaje tan maravilloso, K el eremita que se alimenta de flores e insectos), era mejor en la granja, era mejor en la carretera, era mejor incluso en Cape Town. Porque esto, esto, es una pesadilla.
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Hidalgo, vete a mamarla.
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Lo único reconfortante es ver el rostro de María Valverde, desde la portada de una revista, con esos labios de fresa. Y ahora espera el estreno de Melissa, el papel que ha turbado sus últimos meses. Iré a verla, no por la tonta comepollas de la italiana, sino por María V. No es el sexo por el sexo, es su mirada, es algo más... Tiene dieciocho años, y es tan fresca, todavía no corrompida; me perdí La flaqueza del bolchevique, qué fallo. María, María...
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La moda, o cómo envolver el vacío.

12 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Me gustaría pensar que Vila-Matas es sólo un cínico de cuidado con un ego que se lo pisa, pero mi drama es que disfruté, y mucho, con Bartleby. Me queda todavía la degradación posterior (Montano, etc), pero mi curiosidad es tanta que caerán sus libros en mis manos, uno por uno, hasta que consiga pensar lo que tú piensas, Lukas. O igual sólo consigo hacerme fan fatal, ya veremos.

Pero mi introducción en Vila-Matas fue muy anterior: leí Hijos sin hijos y El viaje vertical, y me parecieron libros simplemente pasables. Esa debe ser la desgracia del autor: cuando escribía novelas y cuentos, más o menos ortodoxos, yo sí sentía esa pretenciosidad que tras mucha frase altisonante escondía argumentos más bien pobres. De hecho, la trama de El viaje vertical no puede producir otra cosa que aburrimiento, pues ese viaje por Portugal que a la vez es viaje interior da un poco de grima.

Pero con Bartleby encontró lo que nunca pudo hallar en la novela: la pura especulación sobre el hecho literario a partir de las vidas y experiencias de otros escritores. Como tema, visto así, no debe ser directamente criticado: hablar de las morsas de la Antártida (¿hay morsas en la Antártida?) no me parece mejor ni peor. Y el libro, lo repito, me atrapó hasta el final. Una anécdota sucedía a otra, la historia de un individuo te hacía preguntarte más cosas sobre él, pero ya venía otro después que te provocaba más interrogantes.

No sé si este hilo se puede alargar mucho, y hasta cuánto. No sé si Montano o este Pasavento me van a saber a comida precocinada. Y poco me importa el ego de Vila-Matas si produce artefactos bien construidos. Lo que sí detesto, como tú, es a los críticos que escriben títulos como "El viaje hacia la desaparición del humorista angustiado": con esos sí que no puedo. Al menos, ya hemos coincidido en algo.

3:59 p. m.  
Blogger lukas said...

Bueno, yo de VM sólo leí el principio de "Montano", y ya por ahí lo dejé, no quise seguir adelante, una porque el libro me pareció infumable, con todos esos personajes estrambóticos, que me parecía que no conducían a ninguna parte, y otra, porque alguna fan fatal del foro que ya sabes me hizo detestarlo aún más antes de pisar su "territorio". Pero bueno, eso no quita que algún día pruebe, lo intente otra vez, con "Bartleby", que parece ser que será la obra que le sobrevivirá, este "Pasavento" es más de lo mismo. De esa primera época "normal" de que hablas, tampoco conozco ni he leído nada.

Yo creo que esto puede alargarse bastante, que en un foro literario daría mucho de sí, y hasta podríamos leer alguna obra para destriparla, en todos los sentidos (?!), pero no creo que aquí se pueda, aunque quién sabe, esto de los blogs también es a base de feed-backs, no?, a lo que parece.

En la Antártida hay morsas, sí, ponen unos documentales más chulos en Canal 2 Andalucía, tomados de Discovery Channel ;-)

6:39 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

entonces, me dijo que una enorme, fea, y malhumorada morsa aplastó el último libro del mundo: de un tal vilamatas.....

que placer, debió sentir esa morsa del antartida-dije yo

:DDDDDDDD
lita

7:24 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Google dice:

Morsas + antártida: 225 entradas
Vila-Matas: 79.400 entradas (¡aproximadamente!)

¡La naturaleza es inteligente!

9:12 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ese dato del estreno de una ópera de Philip Glass me pone los dientes largos. Dentro de un mes estaré algunos días por Alemania, y me hubiera encantado poder ver este estreno. En fin, vivir en el sur de este país te obliga a viajar mucho si quieres ver cultura interesante, pero que coincidan las fechas de tu viaje con el estreno de turno es aún más difícil.
Un abrazo.

8:05 a. m.  
Blogger lukas said...

Muy bueno, Lita ;-)

Jacobo, más madera!!!

Ángel, no sabía que te gustaba tanto Glass, en fin, como podrás leer, la ópera va a rodar un poco más, creo que por Alemania y luego no sé. Sí, chico, hay que moverse, o si no..., ya sabes, desierto.

11:04 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

para jacobo:D

Quedamos en La central, lo esperaba arriba, en la sección de filosofia, yo sabia que lo oiría entrar, la madera crujiente bajo los pies en la central es un clásico...Llegó tarde, y se paró, como siempre en las primeras mesas, de narrativa. Yo seguia esperando, sabia que lo intentaría..mientras hablé con mi amiga F. de las novedades de Foucault, y el gran libro de homenaje a Zambrano..pasaron diez minutos, y de pronto hubo un correteo en dirección a la escalera, el gran silencio de la libreria se vio interrumpido por chillidos, gritos, y ..bueno, yo me acerqué a ver que ocurría:

Se ha caido Enrique!!!...decia la dueña.

Pero yo sólo vi una gran morsa con gabardina, con un ojo a la virulé, era enorme, fea, con sus grandes manazas

-Hola Enrique, -dije-ya veo que has vuelto a intentar subir la escalera..te dije que quedaramos abajo, tu la parte de arriba no le entiendes, cariño..¿para que querrias subir?


:DDDDDD

lita
es que me provocáis...

1:57 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

¡Elegante manera de deconstruir el mito! Ovación cerrada para Lita.

Ay, que me pongo romántico... La Central... La madera que cruje... El exilio... Cuando regreso a Barcelona, cada medio año, hago por este orden: bajar del avión - ducha y cena - duermevela - desayuno frugal - paseo y compras por La Central. En efecto: la narrativa en la planta baja, la filosofía en el último piso, y atravesando pasillos: la salita de poesía, y un poco más allá la sección de crítica literaria y la de cine. Creo que pronto voy a dedicar algún comentario en la senda sobre el mundo de las librerías, con otro apartado especial para Laie: saudade...

4:07 p. m.  
Blogger lukas said...

Muy bueno el relato, Lita, me he reído un poco, gracias!, no sabía yo que tenías tanta gracia para contar estas historias, o como dice Jacobo, hacer semejantes deconstrucciones ;-) bueno, así se nota, en fin, tú ya sabes ;-)

La Central, es una macrolibrería como la de la FNAC, no?, o en Málaga Proteo, de varias plantas, no? Jacobo, ¿has estado alguna vez en Foyle's, en Londres? Bueno, cuando vaya a BCN, espero que pronto, ya lo comprobaré, sí, de filo algo he comprado por su web.

5:47 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

¡Vade retro! No compares la Fnac con La Central, dos mundos opuestos: La Central es librería de autor, donde se puede encontrar ejemplares raros de Latinoamérica, donde puedes pedir un libro y te miran con esa cara de saber de qué hablas: en la Fnac, le pides un libro de Pynchon a uno de esos pipiolos de supermercado con traje verde y lo dejas humillado para toda su vida ("un libro de pinchos morunos?"). En La Central vamos a comprar libros gente como Vila-Matas, Herralde o JacoboDeza, o sea, gente con un ego así de grande.

7:05 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

joder lukas,
menos mal que estás en málaga...sino tu vida corre peligro...:-))))mira que comparar la central cono fnac??!!!jacobo aqui nos unimos pa matar al chiquillo...
no entro en fnac(comparable a p...inlges) ni que me maten. Y no tienen libros, tiene productos.

hablando de central, la central del raval con el cafe...es chula eh?? y filosofia sigue arriba, eh...la conoces jacobo???

enrique siempre va a la otra..claro..

:-)
lita

8:02 p. m.  
Blogger Javier Moreno said...

La comparación de la FNAC con la Central que es precedida por un reconocimiento de que no ha leido ni un solo libro entero de V-M le quita un poco de fuerza a la critica. Lo hace parecer descriteriado, digo yo.

Libros como Suicidios Ejemplares y Lejos de Veracruz, e incluso la aparentemente egocéntrica París no se acaba nunca son ejemplos del camino ortogonal que sigue el catalán paralelamente al de sus novelas metaliterarias.

En cualquier caso, y aun sin el dato de que no ha leido ni un libro, me parece excesivo su comentario. Si a usted no le gustan ese tipo de temas, vaya y venga, pero que inmediatamente pase usted a calificar a ese escritor con un cero debido a que no comparte sus preferencias o a que huele cinismo en su prosa me parece innecesario, por no decir que un poco tonto.

Además, ¿de cuando a acá lo que un escritor sea o deje de ser tiene que influir el juicio sobre sus libros?

Otra cosa, añadir insultos y apasionarse no refuerza su crítica, la empobrece.

Un saludo desde Colombia.

11:37 a. m.  

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