jueves, septiembre 01, 2005

Los libros, el silencio, un posible sentido

No existe un solo ser humano sobre el planeta que carezca de alguna relación con la música. Ésta, en forma de canto o de interpretación instrumental, parece auténticamente universal. La música es el lenguaje imprescindible para comunicar sentimientos y significados. La mayor parte de la humanidad no lee libros. En cambio, el mundo entero canta y baila.
(Rabia a los libros, George Steiner, Letra Internacional, nº 87).

O, como dice Carlinhos Brown, ese titiritero rítmico, el sudor nos hace a todos iguales, la suya, "música" para bailar desenfrenado, es la verdaderamente democrática (sí, ese carnaval multitudinario por avenidas y plazas, en fin...).

En un bar de Donostia, una inscripción en la pared: SE PROHIBE BAILAR DESHONESTO.

En el artículo mencionado del sabio Steiner, después de hacer un repaso a la historia de la escritura y de su soporte material, vilipendiado, quemado incluso, en distintas épocas de la humanidad, se plantea un interrogante al final, que da un poco de escalofrío: si no será esa reclusión del escritor /lector, con su abandono a las ficciones supremas que decía Wallace Stevens, un paso hacia su inhumanidad, y que por ende le importen poco las desgracias del mundo, los problemas banales y cotidianos de nuestro entorno. Los personajes, las historias de los libros que leemos, como lo único "real". A veces me lo he preguntado también: que lo de ahí fuera, aunque duele, me es ajeno, porque me da muy poco placer, y menos conocimiento.

Me gusta mucho cuando se queja de nuestra época embotada por el ruido (esa locura, ya) y los artefactos tecnológicos, que hace que nos alejemos del libro, del placer de la lectura, y sobre la atrofia del silencio, el silencio, lo imprescindible para una lectura verdadera. Me descubro poniéndome los tapones también para leer, cuando estoy en casa (en la calle, de alguna forma, el aire que me rodea me hace sentir un poco aislado). No entiendo a la gente que lee con música. No entiendo, menos aún, a los que cuando escuchan (oyen, en realidad) música, hace otra cosa.

Tengo que leer a Bauman (leo una nueva reseña de su Amor líquido).

En el final de la segunda obra de la Kane, con las palabras terribles de Hippolytus al sacerdote, y luego con su cuerpo torturado, y sin embargo todavía consciente, siento otro escalofrío. No hay Dios, no hay alegría, menos que menos, amor. El amor está devorado por el capitalismo de consumo. Quien pierde al compañero, compañera, y no sufre, ¿cómo se le llama a eso? En el sueño, la habitación de azulejos negros, y la compañera de D. que viene, con su cuerpo de cincuenta años (qué horror) a excitarme. Asco, asco, mucho asco. Sólo sabe relacionarse con máquinas. Me río con los gags de Tati en Mon oncle.

¿Sabes lo que te digo?, que tu falta de sexo todo este tiempo la has llenado muy bien con tus bellaquerías. Zorra.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Debería estar claro que no es posible hacer dos cosas bien al mismo tiempo. En este caso, el ejemplo de leer y escuchar música también vale, pero la máxima es extrapolable a todo lo demás.

12:51 p. m.  
Blogger Paola said...

"si no será esa reclusión del escritor /lector, con su abandono a las ficciones supremas que decía Wallace Stevens, un paso hacia su inhumanidad, y que por ende le importen poco las desgracias del mundo, los problemas banales y cotidianos de nuestro entorno."
No creo que este sea el motivo por el cual la gente se vuelca a la mùsica en vez que a los libros. mi teoria es que la gente se vuelca a lo que menos trabajo le da, y lo que lo màs "alegrìa" le acerca. Fìjate que el grueso de la gente se vuelca a la mùsica simplona, al baile sexy, y al ohhh yea! y cuando lee, lo màs probable es que lea aquello que implico lo mismo: poco esfuerzo y entretenimiento y alegrìa

Los personajes, las historias de los libros que leemos, como lo único "real". A veces me lo he preguntado también: que lo de ahí fuera, aunque duele, me es ajeno, porque me da muy poco placer, y menos conocimiento.

"el buey sòlo, bien se lame"

1:03 a. m.  

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