jueves, octubre 20, 2005

La idea del complot


Rousseau se siente perseguido; Rousseau es un paranoico; pero no está ahora, en sus paseos, para entregarse de nuevo a hipótesis más o menos peregrinas sobre la naturaleza de los malvados, y por qué lo hacen. Es el tiempo de la Resignación. Se presenta, nos dice cuán justo ha sido, y qué vida tan mala ha llevado por culpa de esos perseguidores, muchos de ellos sus "amigos" ilustrados, Voltaire, Diderot y compañía. Recuerda tiernamente a la Maman, Mme. de Warens, la que lo convirtió en el escritor que ha sido (paseo décimo). En el quinto, recuerda esos dos meses idílicos que pasó en la isla de Saint-Pierre en el lago de Bienne (verano de 1765), de donde no le habría gustado salir nunca, pero el gobierno de Berna lo cazó y lo echó de allí, como si fuera un emboscado peligroso. Me gusta cuando recuerda anécdotas que no osó contar en sus muy académicas Confesiones, como hace al final del cuarto paseo.

¿Por qué leo a Rousseau?, porque es un contemporáneo, alguien tan tímido como yo, y tal vez igual de paranoico. Porque busca denodadamente un lugar en el mundo, y sólo a ratos parece encontrarlo. R. es un hombre débil, pero sabe que hay una fuerza divina e intemporal, y que ahí se sentirá por fin abrazado y seguro, como en brazos de la Warens, él, el Huérfano por antonomasia. Pero R. también cansa, cuando se pone tan moral, como me pasa con Coetzee, que tiene nueva novela, que tal vez lea si antes no doy con Murasaki (hay una lectura suya en la FNAC de La Cañada, Marbella). Pero en vez del bosque noruego, me gustaría leer Kafka on the shore (Vintage), que tiene una historia más surrealista y fascinante, según leo en el Culture del Times.

Si no soy feliz, es por culpa de los otros, de sus miradas envenenadas.

Aparece un especial en El País Semanal sobre los bloggers, y hay que reírse. Si ya la mayoría de los blogs son exhibicionistas al máximo, los fotologs son la repera, y ahí en el reportaje salen algunas que para qué. Llamar a una Vespa "Perica", hay que joderse; historia de un perro, en vivo; que si la "lucha por la maternidad" (vete a África, por favor). En el Ciberp@ís de hoy aparece el caso de un chico que se cree por fin escritor, y está preparando una especie de blog-novela. Pero un blog, en el momento en que se convierte en un culebrón, en el momento en que alguien hace un libro, deja de ser un blog, se convierte en un engendro. Un blog sólo existe en ninguna parte, en la Red, en el coño de la Bernarda, pero nunca en una mesa de novedades. Los bloggers no son "escritores", tienen que ser ciberactivistas, o no son nada. ¿Entiendes? Y ahora déjame. Mejor me voy a por otra cerveza.

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

6:20 p. m.  
Blogger Mónica said...

Ciao,

Hace unos días descubrí tu blog, y sólo decirte que te he puesto un link en el mío, para seguir leyéndote,

Un saludo,

Mónica

9:16 p. m.  
Blogger Rain (Virginia M.T.) said...

Es verdad, se filtra un discurso moral, y de pronto todo suena a consejos...

Murakami... ¿a estas alturas lo leíste ya? pregunto, porque te escribo en la madrugada del 27.

7:31 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ciberactivistas?

Explíquemelo, que lo entendí a medias.

9:24 p. m.  

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