viernes, octubre 14, 2005

Realismus II

Para porno, el de los alemanes. Un día iba por la calle, cuando me encuentro un paquetito sospechoso, hecho con papel de periódico. Me voy hasta una plaza bonita (ahora arruinada) para abrirlo, a resguardo de miradas indiscretas, aunque nunca se sabe por ahí. Y cuando desenvuelvo el papel, ¿qué es lo que me encuentro?, nada menos que cuatro DVD's, cuatro pelis porno alemanas (bueno, una es una producción española, al parecer, "Mi abuela es una puta"), con el título genérico de OMAS (encima, es una serie, qué horror). Es decir, "películas" protagonizadas por "viejas señoras", que se lo montan con tipos de gimnasio, lo típico de estas cintas pasajeras. Estos días de fiesta popular (fue la feria en Nerja del 7 al 12, qué horror de días), estuve ojeando algunas, y la verdad, salvo un episodio, las demás son bastante pasables... Aquí se junta lo obsceno del porno en su totalidad, con lo repulsivo en particular de estos ensambles entre viejas y tipos musculosos. Los alemanes, ya lo sabía, son especialistas en el porno bizarre, y como en Nerja hay tantos alemanes, no es extraño que se entretengan con estas cosas. No me extrañaría que fuera la mujer de uno de esos degenerados la que envolviera cuidadosamente cutre las pelis y las arrojara al contenedor de papeles. En fin, para qué más comentarios. He pensado que las podría llevar al Rastro y venderlas, aunque no creo que alguien las quiera. Mejor dejarlas en un puesto, sin decir nada, y que la cadena cutre siga su marcha.
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Ay. no puedo parar de reír con la novela de Toole. Tiene esa habilidad para los diálogos, que es insuperable. Me parece que ahora he llegado al punto clave, al clímax del asunto, donde se juntan todos los personajes y tiene lugar el "party", en doble sentido (fiesta, partido político subversivo). Me encanta lo que le suelta Ignatius al negro Jones, cuando éste le pregunta que qué pasa con su sueldo por debajo del mínimo. Reilly le dice que le han lavado el cerebro, que lo que busca es una vida burguesa, tener éxito y esas porquerías. Que lo mejor es que lea a Boecio, "La consolación por la filosofía", ahí uno a aprende a conformarse con lo que tiene. El otro le dice que se siente como un vagabundo. Ignatius le replica que cuánto daría por estar en su pellejo, que no reniegue de esa vida sin neurosis (¿hay negros con úlceras?), y que en sus días más felices él fue también un mendigo, o casi. Más adelante, cuando Ignatius llega a su casa, encuentra a su santa madre hablando por teléfono, conspirando contra él con la bruja de la siciliana. Dice que por qué no el centro de la Caridad (¿un psiquiátrico? ¿se ha vuelto loca?). Entonces I. la emprende contra esos centros, dice que la gente que está allí son los que no se adhieren a las mierdas de la propaganda: toda esa basura de querer coches nuevos y demás artículos desechables. Paradójicamente, I. es un apasionado de la TV, pero de series de dibujos y musicales en donde salen niñas que son ya prostitutas. Ya digo, el mundo de hoy en día es ya lo que temía I., en su plenitud: todo ha sido invadido por la pornografía, y no precisamente la alemana...
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Le preguntan a artistas árabes por los valores de Occidente, con motivo de una exposición. Le han lavado el cerebro esos franceses cuando las colonias, a juzgar por sus respuestas. No, señoras y señores de países en vías de desarrollo, esto no es el paraíso de la libertad, la razón, democracia floreciente. Aquí los "enfermos mentales" están fuera, sí, pero soportados por sus tristes familias y cobrando una pensión no contributiva de 245 € al mes, una miseria. Aquí lo realmente universal es la pornografía, y la de lujo, la light, es la peor.
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Veo también de pasada, sin llegar hasta el final por culpa de la pornografía para las masas, Los olvidados de Buñuel. Es una película que hizo en sus años de México, y como todas las de entonces, adolece de una factura técnica bastante pobre (el sonido es malo, hay un claroscuro molesto). Pero la historia es muy buena, con su típico humor negro (aunque las escenas de surrealismo, como el sueño del chico tras la muerte causada, son un poco cutres, nada que ver con las que hizo al lado de Dalí). El Jaibo es el típico pendenciero juvenil, pero al lado de los mafiosos de ahora, un bebé de pecho. Las crueldades con los inválidos es puro Buñuel. En fin, algún día espero verla entera, si la pornografía publicitaria me deja.

2 Comments:

Blogger JacoboDeza said...

Acabas de inaugurar el bookcrosing porno (dvdcrosing?).

Qué envidia me haces con La conjura de los necios: es una de esas lecturas postergadas sine die, como ya dije en un post anterior de la senda. La razón sigue teniendo plena validez: sé que me lo pasaré en grande, riendo como tú en medio de las plazas mientras la gente me mira con cara horrorizada, así que pospongo la llegada del clímax: pero puede ser una buena lectura para 2006.

10:23 p. m.  
Blogger Rain (Virginia M.T.) said...

Un bebé de pecho, nada que replicar.

Y sobre los artistas europeuzados,los
árabes, por alli pudieras toparte con uno o una distintos,que imagino serán superinteresantes.

Y de Buñuel,tengo tantos recuerdos...

¿Viste cuando el cura dispara con un rifle y luego bendice al moribundo? Alque disparó, claro.

1:59 p. m.  

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