jueves, octubre 13, 2005

Realismus

Lo revolucionario hoy en día es atenerse a lo estrictamente real, a lo cotidiano, sin más alharacas. Todo lo que sea artificial, recargado, en plan simulacro, es para mí el asco de los ascos (en esta edad cínica, ¿cómo me voy a emocionar con aquellas películas de Greenaway y otros estetas posmodernos?, me dan grima). Así que empiezo a ver una con acento social, Polígono Sur, pero enseguida la dejo. Asco de gitanos, pero sobre todo, malísima realización de una francesa se supone que aflamencada (Dominique Abel), que ha subtitulado a este engendro "el arte de las Tres Mil", en alusión a las Tres Mil Viviendas, la barriada más problemática de Sevilla, como La Palma-Palmilla en Málaga. Esta tía, en vez de mostrar la realidad pura y dura, que es algo escalofriante, se supone, con drogadictos en primer plano y suciedad por todos lados, muestra una imagen surrealista de un caballo o un burro, asomando por una ventana de un piso, hala, qué bonito. Y luego sigue a un cantamañanas con su guitarra y posters de Camarón en su cuartucho, y así todo el tiempo, el buen rollito calé. Me paso a La 2, y empiezo a ver Las horas del día de Jaime Rosales, tras el tedio de la presentación que hace esta tía, que está buenísima, pero que para charlas sesudas, como que no. Es una película realmente buena, que ya me encargué de ver cuando la estrenaron en cines (nunca dejes para el salón de casa lo que puedas ver en el cine), en el Ideal-Yelmo de Madrid, claro que sí. Claro que al segundo corte publicitario la dejé, porque no aguanto esta manera de ver una película, que es puro flujo cotidiano, las miserias de un tipo cualquiera, el hastío mortífero de un hombre común, muy común. No es un psicópata, aunque se le acerca mucho, es alguien que podría hacer migas con Ignatius J. Reilly, y desde luego, conmigo. La primera muerte precisamente se desencadena con el nombre Capricornio, exactamente: vicisitudes. Me encuentro una "tarjeta" de mi signo, en inglés, "the goat", que señala:

--Practical and prudent
--Ambitious and disciplined
--Patient and careful
--Humorous and reserved

Sí, "reservado", poco comunicativo, le dice la taxista a nuestro hombre, que es una fan del horóscopo en versión papel cuché. Luego prosigue su charla patatera sobre el tema, pero la necia no entiende la palabra clave del día. Así que los acontecimientos se precipitan. La violencia real: algo que llega de golpe, cuando menos te lo esperas, para volver luego a la supuesta normalidad, que no es tal; porque en el fondo, late ese gemido siniestro, que no cesa.

La segunda muerte vendrá más tarde, en un baño cutre (la realidad es cutre, amigos), y la víctima un viejo. El desencadenante es la discusión asquerosa con su amigo el kiosquero cuando éste se casa. Este tipo es presentado como la antítesis del protagonista (aunque los dos son unos seres grises): quiere moverse, hacer dinero, ambiciona algo mejor, aunque no deja de ser un mediocre, el típico español imbécil. El otro le dice al principio que para ser feliz, hay que conformarse con lo que a uno le toca, y el otro no, el otro quiere ser como Mario Conde, el muy desgraciado. Cuando uno vive de un kiosco en El Prat de Llobregat, en las afueras de Barcelona (como si uno vive en Leganés, Madrid), ¿cómo vas a prosperar y vivir en una mansión del Ampurdán, como el aristócrata Siruela? Es que hay cosas que no se pueden, ¿tú crees en los milagros? Hala, y de luna de miel, a Roma..., o Venecia, que es más romántico. Lo genial de esta pequeña película maravillosa (yo temblaba en la sala) es su descripción, estupenda descripción, con la cámara alejada de la escena, con encuadres perfectos, con el juego del fuera de campo, del día a día que es nuestro infierno más cercano, el más real. Nada me dice el terremoto de Pakistán, ni que Guatemala sea un País Embarrado, ni que en Irak sigan poniendo coches bomba..., sólo me afecta lo que tengo cerca, los descerebrados que me rodean, la suciedad ambiental en todos los sentidos, la maldad de los mediocres, los gitanos del lerele (le dedican un programa en Canal 2 Andalucía, diez puntos menos, joder), etcétera. Más realidad, mil dolores pequeños asoman por la ventana, y no es un burro precisamente. Ahora, déjame solo. Hablo con un belga de Gante, un músico callejero (bueno, lleva una destartalada funda de guitarra, no lo escuché tocar ni canturrear), que aspira a ir a Brasil, ese país horrible de Fórmula Uno, samba y fútbol, porque quiere profundizar en la pedagogía de Paulo Freire. Hablamos de viajes, de los sitios en que hemos estado. Él estuvo en otro sitio que supongo deprimente (y dice que Bélgica es deprimente, pues vale), Madeira, lleno de flores, sí, colega, y de viento feroz, y de tormentas (es en donde nacen todos los ciclones, ¿no?). Le gusta Granada, típico, de hecho, me deja para irse a coger el bus a Órgiva, a Beneficio, qué típico. Todo es tan típico, que da asco.

Como no aparezca alguien original, decadente de verdad, con cierto glamour dandy, o una actriz fatal, una alcohólica de lujo, que me lleve por la senda de la absenta y el cine negro, prometo desaparecer pronto del mapa; tal vez me vaya a Funchal, por qué no.

4 Comments:

Blogger Rain (Virginia M.T.) said...

Lukas, estas películas que cuentas, resultan tan nítidas, con sus personajes chocantes, sublimes, anodinos, y sus paisajes descritos como para tocarlos estirando el brazo.
Causa espectación hallar un post tuyo done hablas de películas.

Lo que pasa es que cuando llegas a hablar de algo latinoamericano, apena -supongo que a otros les dará rabia y a otros gusto- porque creo que cada país tiene su belleza y que digas lo que digas, que es lo obvio que se ve , en este caso, el samba, y el fútbol, Brasil tiene sus lugares hermosos. Hasta pienso que tal vez te enamoraría de una garota.
Allá las muchachas tienen cuerpos perfectos o casi.

Salutes Lukas.

7:17 a. m.  
Blogger lukas said...

Hola Vir, lamento que a ciertos lectores no les guste estos comentarios irónicos, o un poco pasados de rosca, pero a veces no puedo remediarlo...

Sobre lo de "cuerpos perfectos", pues bueno, es relativo, eso depende de lo que entiendas por cuerpos perfectos, si lo que te gustan son los culos redondos, gordos, esas cinturas de avispa y esos movimientos espasmódicos..., si lo que te va es la lujuria negra, pues vale, es lo más. Pero yo soy más de bellezas nórdicas, suaves, poco marcadas, tipo Inka Martí, vamos... (es la mujer de Jacobo Siruela). Las mujeres afro no son mi ideal, la verdad. Pero aparte de eso, es posible que Brasil, al ser casi un continente en comparación con estos minipaíses europeos, tenga cosas hermosas y de interés. Quién sabe, algún día puede que vaya, aunque me temo que sea para ver lo típico...

10:42 a. m.  
Blogger Rain (Virginia M.T.) said...

Lukas, no te decía en serio, acerca de que te impresionarían los cuerpos perfectos...


Y lo de Brasil, te decía, sí, por un amigo mío que es actor y que estuvo en un Festival en Sao PAulo. Él que como tú no prefiere las voluptuosidades, me comentaba de la belleza de sus lugares, además de sus playas.

Por esos comentarios tuyos, no me privaría de leer tus posts.

Hasta pronto Lukas.

2:30 p. m.  
Blogger Roberto Iza Valdés said...

Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

10:18 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home