martes, enero 10, 2006

Mi querido Madrid (II)

Hasta entonces no conocía buenas librerías en Madrid, sólo una en calle Mayor (Méndez), las demás están en centros comerciales que ofrecen los libros como mercancía (El Corte Inglés, FNAC, etc.). Bueno, sí, otra: Antonio Machado, en el Círculo de Bellas Artes. Pues justo enfrente hay una muy buena, perteneciente al centro cultural Blanquerna, en cuyo interminable escaparate aparecen muchas novedades, muchas en catalán, y también una vitrina dedicada sólo a los libros de cocina, que se te hace la boca agua. Lástima que al ser día de fiesta estaba cerrada. En calle San Bernardo está Fuentetaja, en donde uno se siente in paradisum, con música clásica de fondo musical, los estantes organizan los libros muy bien y enseguida encuentras lo que buscas, porque parecen tenerlo todo, y así fue muy fácil que diera con el tesoro. En otro barrio está La Librería de Lavapiés, un lugar pequeño pero con libros muy bien seleccionados (los que buscáis bestsellers, abstenerse), que hasta tiene un rinconcito semioculto para libros en inglés, casi todos nuevos y algunos (muy malos) abajo del todo, de segunda mano. No me enamoré de ninguno, como me suce siempre en La Casa del Libro de Gran Vía, pero también es que teníamos prisa por ver las exposiciones del Reina Sofía antes de que cerrasen, que era domingo y casi la una y media. Allí han abierto hace un tiempo una tienda de La Central, en el nuevo espacio Nouvel, ahí, en donde lo rojo te ciega. Pues bien, una simple visita accidentada como la que hicimos ese día basta para darse cuenta de que estamos ante La Librería, un sitio en donde perderse, un lugar no apto para almas que sólo buscan la autoayuda. En la planta baja tenemos libros de arte, cine y demás, para aburrirnos, también para gente con billetera abultada. Luego, en la primera planta, hay un desfile de literatura que para qué: y en todos los idiomas, no sólo el inglés y el francés de rigor, sino italiano, portugués, alemán y no sé cuántas lenguas más. Un sitio ideal para almas políglotas que nunca sacian su sed en riachuelos envenenados por la Maldita Traducción. Ahí vi a mis conocidos, mis amigos y amigas más queridos, ahí los dejé pronto (maldito bastardo que soy, tuve que ir corriendo a los servicios), fue una visita relámpago, así que queda algo pendiente. Sentados en el patio, mirando la escultura de L., sufrí la tentación de entrar para ver el Arola, el restaurante del fondo, pero a juzgar por los comentarios con que me encuentro, la verdad es que mejor que no.

El Madrid mestizo que tanto me gusta, Lavapiés, pero sobre todo Chueca, y esa zona en donde está Gumbo, el restaurante de comida de New Orleans, en donde estuvimos el sábado para la comida, y que nos encantó (salvo por lo de dejar fumar): la decoración minimalista (hasta los servicios están chulos), los simpáticos camareros (estaba el propio chef), la comida estupenda (me pedí el bonito ennegrecido al estilo cajún, delicioso, en su punto justo; y compartimos los famosos tomates verdes fritos), la gente joven que llenaba el local... Chueca está tan lleno de restaurantes y bares, que es difícil elegir. Vimos uno que podía estar interesante (Bazaar), pero el sábado cuando pasamos todavía estaba cerrado, y el domingo estaba tan lleno cuando entramos (sin reserva es difícil), que sólo nos ofrecían una mesa en un rincón frente a la entrada, donde los fumadores: no, gracias. Así que acabamos en un italoargentino, Omertà, en donde no se come de maravilla, es un sitio más bien regular, la atención no es buena, pero teníamos hambre y era ya muy tarde. Creo que mejor opción hubiese sido Madrilia, no muy lejos, pero queda para otra ocasión (justo cuando pasamos de vuelta estaban cerrando). Vi a Pedro Zerolo por allí, con su pareja, parecía que iba riendo... En el cine Princesa, en la sala donde nos disponíamos a ver Gente de Roma, vimos a Manuel Vicent, en la fila de delante, con su mujer y amigos. A la salida lo vimos, con su habitual sombrero de marinero en tierra... Madrid by night, es casi más hermoso que de día. El sábado, habiendo estado antes del cine en el Conde Duque (viendo varias exposiciones de pasada, une de ella sobre Julio Caro Baroja, otra sobre esculturas de pueblos primitivos, Orígenes), fuimos paseando después de la maravillosa película, y llegamos, como quien no quiere la cosa, hasta Alcalá 55, en donde está Iboo Cibeles, un restaurante de alta cocina mediterránea sana y rápida, como se anuncian ellos mismos: y nos gustó la decoración, la ambientación musical (a esa hora, un poco ya elevada) y las ensaladas tan maravillosamente ricas. Quien come porquerías es porque no sabe buscar, o porque su mal gusto no le da para más.

7 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Qué curiosa es la vida. El otro día te escribí para darte las gracias por tu blog, que acababa de descubrir, del que ya estoy enganchada...Y ahora leo que has paseado por mi calle y comido en mis restaurantes: Gumbo es un descubrimiento, es cierto, pero no deberías lanzarlo a los cuatro vientos o Matthew se pondrá imposible! Qué curioso...Me hubiera gustado recomendarte alguna comida...Aconsejarte el Bloody Mary...¿ Probásteis el pastel de limón? Recién hecho es un milagro. Y hablando de milagros, la primnera vez que cené en el mexicano pensé cuánta razón tenían con ese nombre...Entre suspiro y suspiro.

7:57 p. m.  
Blogger lukas said...

HOla, quién eres? ¿en qué calle vives? Pues sí, M. Scott parece orgulloso cuando hablan bien de su restaurantte, que cuida mucho, en todos sus detalles. Cerca de la ventana en donde estábamos tiene un puñado de críticas de Metrópoli enmarcadas, así que imagina si le dieran una estrella Michelin ;-)

No probé esas cosas que dices, pero me dieron ganas de tomar el ron de maceración que venía con los postres..., los plátanos flambeados estaban muy viciosos...

Bueno, así que me esperan los suspiros... ¿Qué más me aconsejas?

11:13 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Coincido en tu opinión de Gumbo, pero lo que realmente es imprescindible es el propio gumbo de marisco.

También y si te lo camelas elabora unas deliciosas jambalayas por encargo.

10:42 a. m.  
Blogger lukas said...

Nopisto, ya sabía que la sopa Gumbo es la especialidad de la casa, junto a los famosos tomates, pero no sé..., me pareció que podía ser demasiado..., pero me quedé mirando ese plato un ratito, sí ;-)

¿Qué es lo otro?

10:49 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

La jambalaya (gamba+paella)es un guiso tradicional cajun de arroz con gambas, chorizo...

http://www.pistoynopisto.com/index.php?s=jambalaya&sentence=AND

5:23 p. m.  
Blogger lukas said...

Ah, muy bueno el enlace, ya leí tu entrada de ese día. Bueno, para la próxima vez ya sé mejor qué pedirme... Nos seguimos leyendo!

5:45 p. m.  
Blogger Rain (Virginia M.T.) said...

Esas exposiciones son atrayentes. Entrar, el preámbulo, luego estar ya dentro y pasear lentamente contemplando...

Y el cine ... Albricias.

9:05 p. m.  

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