miércoles, marzo 01, 2006

Donde no se puede (II)

Es Día de Andalucía, que sólo hay una, por eso es tan importante celebrar que sigue siendo. Salgo a la calle sin muchas esperanzas, porque sé que, si en un día normal no hay mucha vida, en un día festivo es ya la muerte absoluta, pero claro en días así vence el espíritu deportivo, con lo cual hoy seguro que habrá alguna demostración de la Hipocresía Mayor, pues el día del pedal es sólo eso: hipócritas sobre ruedas. ¿Por qué los demás putos días no va la gente en bici?, y además, hacen carreras, que es como decir que sigue la competitividad, por otros rumbos. Ahí en la placilla al lado del reformado Riu Mónica está Thomas, rodeado de la basura de los niñatos: cartones de pizza y latas de Coca-Cola: ¿eres basura porque te alimentas de basura, o comes basura porque eres basura? Difícil cuestión. La cosa es que no hay mucho que contar, que si estuviste en el Carnaval (sí, él estuvo en un bareto de mierda el sábado de madrugada, claro), que dónde se ha metido esa gente (hace días que no se los ve por Verano Azul), que si esto y lo otro, mientras damos tragos a la Victoria, y entonces se pone cada vez más frío y es hora de largarse. Bajo al paseo, pero poco a poco viene menos gente, porque se está poniendo Realmente Frío, para mañana amenaza lluvia, pero claro, aquí ni los acontecimientos meteorológicos se cumplen. Al rato aparece Antonio, ex cartero y ahora de profesión jubilado, con su libraco de Ken Follett, que parece que se le escurre de las manos, quejándose que en la biblioteca municipal no hay nada mejor, y será verdad. Cuando le muestro el mío a punto de terminar, lo mira apenas y pregunta que cómo entiendo eso, como si leer inglés fuera algo como entender física cuántica. En fin, enseguida empieza su labor de acoso y derribo contra Nerja, un pueblo en donde ha estado toda su vida, y que ahora ve cómo se ha echado a perder, desde que entró el turismo en los años 70. De hecho, Nerja es uno de los pocos municipios declarados por la Junta como "turístico", así que vive de eso, como el Real Madrid vive de ser marca universalmente reconocida. Pero ser turístico es ser también casi nada, vivir de una fantasmagoría, porque el día que se marchen los guiris, estos subnormales habitantes de un sueño ya no sabrán qué hacer, pues sólo vivieron del sueño del exterior. En fin, es para quejarse días enteros, así que mejor cambiar de asunto. Pero vamos de mal en peor, porque si hablamos de la Oposición al Gobierno, es entrar en terreno fascista, y nosotros somos convencidos socialistas (yo más a la izquierda que él, of course). España sigue arrastrando su tara fascista-católica-sentimental, por lo cual, cualquier intento de avance es siempre saboteado por un asesino que late en potencia desde los doce años (miedo me da pensar en esas hordas de adolescentes y jóvenes que andan apaleando mendigos y grabándolo en los móviles de última generación). O cómo la tecnología ayuda, para bien y para mal. Luego aparece un amigo suyo, con dos números del Sur, el periódico de Málaga, y viene un especial por el Día Dichoso, con las encuestas de rigor (todo es un cuento, claro), y las noticias dentro, los aledaños de la creación del paraíso, como que ha dimitido Florentino Pérez, y hasta Iñaki Gabilondo le hace una entrevista, y lo vemos por la noche. Dedico la tarde a terminar la dichosa novela de Safran Foer, y a charlar por teléfono, horas y horas de mágico charloteo con mi querida M. de Madrid. ¿Yo andaluz?, vete a la mierda. Puedo ver por fin el programa de cocina de José Andrés, ese cocinero tan enrollado, que tiene como invitados a Tonino (vaya tío, no sé qué hace ahí) y a Pepe Viyuela, que por lo menos da la dirección de Payasos Sin Fronteras. Luego, la cena, y luego de las Noticias Cuatro, zapping hasta encontrar algo que valga la pena, pero esta noche no hay película (estuve viendo la otra noche pasada una de Hitchcock, El hombre que sabía demasiado, que resulta ser humorística, con varios episodios realmente logrados, y con un arranque en Marruecos muy bueno). Ya han puesto en ese ciclo Con la muerte en los talones, vaya, qué rabia.

Para empezar bien el día y espantar todos los cuervos, después de una noche intensa de sueños muy chulos, eróticos y divertidos, con fauna agreste y líos que ni los Marx, nada como la Segunda Sinfonía de Jesús Rueda, Acerca del límite, dividida en cinco secciones, con reminiscencias cinematográficas, con una tensión y una progresión muy efectivas, verdadera música comunicadora, ecléctica y de la buena. En versión de la Orq. de RTVE dirigida por James Macmillan, en un concierto que fue un verdadero éxito.

Por cierto, mañana comienza el Festival de Cine Fantástico de Málaga, y entre otras joyas rescatadas, dan Ordet de Dreyer, o Malpertuis, ¡Dios!

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

lukas,

no te pierdas nada de dreyer, no se olvida su luz, su ironía, su fatalismo, y la sonrisa de algunos de sus personajes...joyas maravillosas

un beso

lita

8:48 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

y digo yo, lukas, porque no te decides y escribes poesia? sin duda es lo tuyo, no le des más vueltas.
y digo yo, lukas, qué hacías en Siena..?

11:27 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home