lunes, abril 03, 2006

Madrid-India

Viernes noche, vamos a cenar al Annapurna, restaurante indio en la calle Zurbano, nº 3, en esa misma calle está el Santo Mauro, hotel y restaurante de lujo, ahí de momento no podemos ir. El local es amplio (por no decir enorme), moqueta de color rojo por todas partes, paredes color ocre, pinturas en tela preciosas, y una mesa, la nuestra, junto al jardín en sombras, del otro lado, como a la espera de que suceda algo. Los camareros, que pululan por los distintos salones, van todos de negro. Lo que comemos tienen nombres como: murgh tikka, seek kebab, palak paneer (un curry con espinacas y queso fresco, muy suave, delicioso), dhal, chawal (el arroz más típico), nan (el pan para los primeros platos), la cerveza se llama Cobra, y la hierba luisa con anís, contra el insomnio, es realmente olorosa y rica, algo de otro mundo.

Sábado noche, Auditorio Nacional, sala de cámara, estreno mundial de 18 Microtonal Ragas: Solo 58 del SONG BOOKS de John Cage, con Amelia Cuni como cantante (voz dhrupad), dos percusionistas que la rodean (uno oriental, es decir, al modo oriental) y el otro con instrumentos y vestimenta y actitud de occidental. También hay una parte ya grabada, preparada por Werner Durand, que salió al final a saludar. Scelsi decía que su casa en Roma estaba en el eje en donde se cruzaba Oriente y Occidente. Este fin de semana, ese cruce se dio en Madrid, en esas dos noches, y en otros momentos más extraños, que en la frescura del Retiro de ayer domingo, uno casi había olvidado.

(Enrique de Viana, Señor de Ningún Reloj)

Todos mis sueños son crueles, presentan un crimen, un grito congelado, algo que no tendría que haber ocurrido, pero que está ahí. Los pájaros negros, corretean sobre la pelusa verde, pisoteada por los niños, ensuciada por los domingueros.

Imitación de la India, sí, pero posibilidad de volar a otro mundo. El alma contenida en la voz. Muévete simple, y ágil, y naranja es la posibilidad, de ser mejor.

Madrid no se acaba nunca: La luz de la sombra, Rembrandt grabador en la Biblioteca Nacional, un libro, dos planchas de cobre y 146 grabados...