martes, julio 18, 2006

El cinismo de nuestro tiempo

Cynicism is our shared common language, the Esperanto that actually caught on, and thought I'm not fluent in it --I like too many things, and I am not envious of enough people-- I know enough to get by. And in any case it is not possible to avoid cynicism and the sneer completely. Any conversation about, say, the London mayoral contest, or Demi Moore, or Posh and Becks and Brooklyn, and you are obliged to be sour, simply to prove that you are a fully functioning and reflective metropolitan person.
(How To Be Good, op. cit., p. 131).

Pero, ¿qué sucede cuando un tipo cínico como David, que tiene una columna satírica en un diario, y que es el Hombre Airado de Holloway, conoce a un gurú que la va de healer y que responde al nick de DJ GoodNews? Pues le pasa que queda abducido por él y se convierte a la nueva religión de lo políticamente correcto --la peor pesadilla de un liberal, como se denomina en cierto momento--, y decide, a lo Bono, salvar el mundo, regalar juguetes de sus hijos a los niños que nada tienen, y no sólo eso, sino traerlos una temporada a su casa, y a la de los vecinos que estén de acuerdo con el nuevo ideario. Su mujer Katie, una doctora en un ambulatorio, no puede creer que eso esté pasando, y llega a echar de menos al primer David, tanto le repugna este nuevo converso de los tiempos que corren. Y pienso en Carlitos, aquel chaval, aquel colega al que conocí en mi época de peor depresión, que había estado en la movida rastafari de Londres y alrededores, que me contó todas sus batallitas fuera de casa y que entonces volvía al hogar amargo hogar, y me habló de las virtudes de la maría, y de que lo que importaba era el "buen rollito". Por eso me creo mucho este personaje, que al principio da la sensación de ser un deus ex machina, algo que viene de fuera para hacer una metamorfosis y para arreglar lo que parecía que no tenía arreglo. La verdad es que este mundo está muy podrido y las buenas intenciones de nada sirven. De ahí el pasaje tan sarcástico, y a la vez sentimental, de la iglesia a la que va Katie, lo patético del encuentro con su depresivo hermano Mark, y el remate, David acordándose de la boda y trayendo la maleta de los recuerdos. Hay que joderse.

3 Comments:

Blogger Unknown said...

Como escribe Fontanarrosa, 'por muy buenas intenciones y muy buena voluntad que tengas, es imposible apagar un incendio con gasolina'

12:57 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Si ya uno no es un niño y a esas alturas quiere hacer el 'bien', de pronto, eso es abrupto. Ya se ha interiorizado el mundo de una manera, pesa tanto esa interirorización que sería una hazaña una conversión sincera, a menos que uno se engañe en una de esas sectas religiosas donde todos se creen los salvadores de otros.

4:02 a. m.  
Blogger Miguel Sanfeliu said...

Nick Hornby es una de mis asignaturas pendientes. El libro que comentas parece divertido. Creo que la invasión que sufrimos con lo políticamente correcto, el new age, los libros de autoayuda, etc. son un buen material para una sátira.
Saludos.

3:29 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home