martes, diciembre 05, 2006

Imaginación


Tras acabar en dos días Mi querida Eva de Gustavo Martín Garzo (Lumen, 2006), una novela débil, llena de tópicos (el boxeador zumbado, perdedor, que vive de un sueño; los amores quinceañeros; los caminos que se separan; la relación rápida de una tarde-noche), voy en busca de algo más fuerte, más contundente. Y así leo Me llamo Rojo de Orhan Pamuk (Alfaguara, 2003), una novela total, que se puede analizar brevemente: es un fresco histórico que cuenta el proceso peligroso de ilustrar un libro secreto para el Gran Sultán; también es una intriga criminal, con elementos de novela negra; y también es una historia de amor, la que protagonizan Seküre y Negro, el cual ha vuelto a Estambul tras doce años de ausencia, y con una imagen borrosa de ella en su mente. Cada capítulo nos es narrado por una voz difente, que no sólo incluye personajes sino "cosas" (el cap. que da título al libro), o un caballo, o la Muerte. Ahí está el virtuosismo de un autor para dar voz a cualquier elemento natural... y también los muertos pueden hablar (como el inicio sorprendente, o el cap. 29 al final, un tour de force escalofriante). Pamuk habla de asuntos eternos como el amor, el sexo o la muerte, o la capacidad del ser humano para causar el mal a sus semejantes, y lo hace con una prosa florida, llena de historias de leyenda que nos hace pensar en los cuentistas orientales de siempre. Voy por la mitad, pero desde ya sé que estoy ante un autor espléndido, merecido Premio Nobel.

Entrevista con Pamuk

¿Somos todos Pamuk?

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Es que Pamuk es de la estirpe de los escritores radicalmente honestos. Me quedé dándole vueltas el otro día a lo que se comentaba
sobre su discursos cuando fue a recibir el Premio Nóbel. Pamuk contaba cómo el acto de escribir, descubierto en su juventud, ha significado para él, la esencia de su existencia.

Y ahora al leer los links que compartes, confirmo la excelente impresión que me ha causado Orhan Pamuk.

Lukas, para ti uno, dos abrazos, desde la primavera que se va.

12:11 a. m.  

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