martes, diciembre 19, 2006

Raro

Voy a tres conciertos del Festival John Cage en La Casa Encendida, el viernes a las 19 hrs., con Michael Bach y su arco curvo, una pasada; luego el sábado a los dos que había, el de percusión y luego por la noche el de Joan LaBarbara, y su virtuosismo vocal, y entre una cosa y otra, el ambiente, la gente extraña, bohemia a su manera, los silencios y los ruidos de fondo (una ambulancia pasa), y la música, y gente que discute, y todo eso queda en el tiempo, y se disipa.

Tarde domingo en el Museo del Prado, un poco para refugiarnos del frío, y un poco para estar en contacto con esos cuadros de siempre, y otros que imponen su silencio, y sus sombras, y ese aire siniestro, como las Pinturas Negras de Goya (yo, que buscaba a Watteau en la segunda planta...).

En la mañana, los vídeos de otra generación, dicen que la primera, eran los tiempos de la televisión crítica, cuando la tele era cultural y existía la sombra. Una habitación oscura llena de monitores, líneas que son luces y de fondo campanas sombrías, de una belleza feroz. Crítica. Mujeres que se desnudan, la otra con su violoncello raspado. Miramos al patio hermoso de hojas otoñales, y pienso en los locos que se moverían por aquí, hace tiempo.

Un alemán, otro, en la Fundación Juan March, piano y saxo (breve), la gente se marcha de la sala anexa, en donde se puede seguir la actuación por vídeo. A veces también llegamos tarde, pero da igual, suena muy bien. El cruasán estaba muy bueno, también el cola-cao.

Gustave Moreau en la Fundación Mapfre, en General Perón 40. Acuarelas de un colorido perfecto; algunas mujeres fatales, el sueño de Alejandro, el oriente soñado desde una habitación, algunas revistas, el tiempo extraño y exótico.

Érase una vez un mirlo cantor, de Iosseliani, en la Filmoteca. La felicidad.

Cuando llego a casa, tras descansar un poco, pongo un LP con sinfonías de Haydn, por la Philharmonia Hungarica dirigida por Antal Dorati; la 22 es magnífica, con ese adagio inicial, esas trompas y cornos ingleses, una rareza también en la obra del austríaco. Es algo parecido a la felicidad, también.

P.D. Hoy comencé un nuevo blog, con el nuevo Blogger, todavía en pruebas: Nómada Urbano. Me hace mucha ilusión.