martes, enero 23, 2007

Asociación de malhechores

En la tarde de todos los fríos me levanto de la cama y descubro que los pájaros ya se han comido casi todo, el hambre es mala consejera y hace decir sandeces la mayoría de las veces pero otras es mejor quedarse en casa. Y en la radio de casa la tarde la tenemos con Cristina que está con sus tertulianos hablando de la mala política de Zapatero y de cómo estos okupas nos quitarán nuestras casitas hermosas que guardamos para nuestros hijos en un futuro, y una concejala o una ministra se declara antisistema y eso es muyyy incoherente y resulta que también estos hombres suyos están siendo detenidos y pobres los del PP, que ahora sufren la persecución, y los que tienen que estar en la cárcel están fuera aunque en busca y captura internacional, y lo de Alcorcón no es un problema de racismo ni de bandas, esto surgió el pasado fin de semana por una pelea entre dos parejas de novios, son cosas que pasan, pero los políticos madrileños viven todos en el zona norte, allí es mejor y se tienen mejores vistas de la sierra, mientras abajo los chicos la arman, mándate a tí mismo todos los mensajes de móvil y dime si ves algo al final del túnel.

Y en la revista Quo no hablan de otra cosa que de sexo, y en otra dicen que lo que se lleva de tendencia en decoración es el crossing, y lo que mola no es el viaje a las estrellas sino ir a la playa, para eso fuimos diseñados. Y cuando las estrellas giran y los limoneros lanzan su perfume y se yergue el laurel y el mirto su perfume extiende es hora de primavera. Y en cada rincón hay una vecinita que nos quiere ofrecer sexo y dice "úsame" con el texto en diminutivo.

Me quedo en casa a pesar del frío y que me gusta rondar de noche junto a los vigilantes solitarios en busca de alguna captura, la prosa borrosa de algunos escritores hispanos, la caza del latino, la joya de los whiskeys se llama Macallan y está envejecido a traición, y en la radio ya no es escucha más que un ruido blanco o un concierto para violín de Vivaldi.

Y en el tocadiscos que tendré que cambiar suena la Velvet Underground, ese calor blanco, esa luz cegadora.

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