martes, enero 16, 2007

Esta noche tampoco hay sexo

Las películas nos llevan a otra parte, esta noche. Las mentirosas películas de Jarmusch, de Kaurismäki y de toda esa gente helada. Las películas por el camino de Santa Fe, Granada, mucha oscuridad y las calles son todas iguales. Los perros ladran por las esquinas. No hay un alma a quien preguntar. Perdidos. Carretera perdida. Ella no dice nada, sigue girando al azar, mientras la noche se desliza como un abanico roto. No hay nadie por las calles, es el mes de febrero y nadie llama a la puerta de atrás. En el parque de subida nos encontramos en mitad de la calzada al yonqui que pide auxilio, ella para el coche, quiere socorrerlo, él quiere algo más. No hay. Lo que no está, no se puede dar. El amor es dar lo que no se tiene. Lo que no se tiene, es lo que hay. Y en mitad de la acera una mujer sufre un tirón, en el hospital ella dice que no podremos salir hasta dentro de dos horas por lo menos, el tipo está con la metadona. Las malas películas. En Santa Fe, por esos carriles, de pueblo y de cine-club cerrado, en el periódico decía que daban la de Ozu, pero ahora es todo mentira y ese periódico es también falso. En este decorado, solos en la madrugada, ella se muestra fatigada, ya no podremos ir muy lejos, cuando la dirección se ha roto. Vamos a su casa a trompicones. Allí nos tomamos un té, un poleo para ella. Esa palabra, "poleo", me da grima. En la habitación de al lado se prepara el ritual. Yo dormiré en el colchón del suelo, no hay sexo esta noche. Ella huele mal, por tanto sudor, tanto cansancio. Me marea el mal olor. Los muelles crujen. Las paredes que tratan de imitar las casas árabes. Estamos en Salobreña, parte vieja, al lado del Ayuntamiento. No hay sexo esta noche. No hay dirección a casa. Vamos a Madrid, a la calle de Santa Isabel. Santa santa es la mujer del señor. De su habitación a la mía van ocho segundos. En el baño se desprende de todas las ventosas. La estudiante no tiene un pelo de joven, ya no es una colegiala, tiene un tatuaje en el omóplato derecho, y alrededor del culo todo rojo como de granitos, esas nalgas han sido apaleadas una y otra vez. Para disimular se pone coletas y le dice al tipo que la sacude, que le abre el culo agujero de pozo, que si quiere follarla otra vez. En la película, más adelante, el tipo que se corre en su boca le echa el billete sobre el pecho ya lleno de semen por el otro follador, y ella dice que faltan cien más, el tipo se ríe y su compinche se relame, buey harto bien se pace. Luego viene el capítulo de la negrita a la que no le gusta estudiar (no ya conjugar verbos, simplemente no quiere estudiar, sino hacer otras cosas, como chupar chupones). En la cuneta está tirada la hoja que dice PELÍCULA X, paso caminando al borde de mis fuerzas, esta noche tampoco hay sexo, el mal olor no se va, en esta calle los gatos dejan todo su perfume. Esta noche no llegamos. El coche encima se avería, tenemos que llevarlo a un taller sobre la marcha, es un poco alta la factura, estas cosas no son baratas y ella tiene que pagarlo todo, hemos visto El chico que gritó puta y hemos ido a comer un poco, pero no hay muchas ganas, Almuñécar es un sitio deprimente, aunque Motril no se queda atrás. Almería, qué me dices. El paraíso está más al norte.

Los libros están por todas partes, surgen de las paredes, son obras que quiero leer, luego ya no sé si las devolveré, no hay sexo y el que hay vale poco, en las películas está la oferta y el deseo atrapado por la cola, están la suciedad y las carreteras perdidas. Esta noche, deja que te diga, sólo hay un hedor a pasillo de hospicio, un aroma a todo lo que se fue y no volverá.

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1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Enhorabuena por tu blog, yo soy Kathy y cuento mis confesiones en el mio Sexo Maldito

7:39 p. m.  

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