miércoles, abril 04, 2007

En busca del dios

En el asram de Osho.
Muy caro.
La gente la meditación
-- hacia el silencio
antes rezaba a Krishna ahora me rezo a mí mismo, yo soy mi propio dios
He descubierto la Verdad.
¿Resort turístico o puerta a la felicidad?

Viajes al otro lado

Pero ahora sólo queda un dios --¡el cerebro!
(Vicente Verdú, artículo en El País el 15-3-2007, Besos y pugnas entre Dios y el cerebro).

Amador Cernuda en La Plaza, ese tono lamentable. Cómo las emociones no conviene erradicarlas (tampoco se podría).

de tus cenizas haré un diamante.

Y Vicente Romero, más tarde, dejando las cosas claras: sobre la crueldad de la iglesia católica, lo que hizo el anterior Papa, lo que hace el actual Inquisidor: Ernesto Cardenal reprendido como un niño chico; Jon Sobrino excomulgado, y antes, Ellacuría, Romero, tantos otros que están con los pobres, ¡los pobres es el verdadero testamento de Jesucristo!

Y Edurne, la atleta espiritual, que hoy mismo emprende el viaje hacia la próxima cumbre, el Annapurna en Nepal.

Y Jesús Ayuso de la librería Fuentetaja, que nos habla del cambio del mítico local de la calle San Bernardo de Madrid (ahora irá al nº 35 desde el 48 de siempre), y nos recomienda El libro del desasosiego de Pessoa.

La educación de las hadas en DVD.

Las drogas en otro tiempo también servían.

Ahora al atardecer escucho a Bach, y me relajo un rato.

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1 Comments:

Blogger Rain (Virginia M.T.) said...

Lukas, ese antagonismo entre dios y el cerebro me lleva a Nietzsche. La muerte de dios.

Aún hace unos años, es verdad, en momentos de desperados, uno buscaba a dios en los detalles.
Es difícil no contar con un dios, cuando a uno lo han educado desde pequeño en esa mirada.

Es difícil y es como su ya no hubiera ilusión. Sólo que luego se procesa una sensación de libertad.

*
El link que has colocado lleva a ciudades tan exóticas :)


Salute.

10:43 a. m.  

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