viernes, julio 27, 2007

Literaterra

Empiezo una nueva carpeta tipo archivador en donde colocar las reseñas de literatura, ya tenía otras y se me llenaron (decidí abrir una sólo para poesía y ensayo, para que no se colapsara la narrativa, pero ni por esas). Y he puesto en la portada una especie de tarjeta en donde aparece una chica Playboy, una conejita, vamos, que va a cuatro patas, muy zalamera. Está en tonos negros y rosa, muy apropiado.

La literatura de ficción, que cada vez frecuento menos, se ha convertido en una especie de pornografía disfrazada, una prostitución por culpa del mercado (también el Tour se ha convertido en una puta drogada, qué pena). Los nuevos autores no quieren innovar, crear mundos, eso era en otro tiempo; ahora lo que quieren es hacerse ricos, como el Grisham.

Etiquetas: