Porno del bueno
A veces me acuerdo de Rachel X, de su maravilloso blog, de sus aventuras sexuales con desconocidos...
... y su amor por John Zorn...
... y por el Arcoiris de gravedad de Pynchon...
Zorn y su Naked City, terrorismo sonoro, del que no abunda, más bien es único, él y su banda (sus bandas), la ciudad desnuda los hombres mueren en cualquier esquina y las guaridas están llenas de pecados, coños con problemas y eyaculaciones asquerosas. Cuando alguien va a ser tiroteado suena la música de Henry Mancini para la Pantera Rosa; también hay una dulce balada para las gatitas de Chinatown, las mujeres-serpiente de Saigon. El tema de James Bond no podía faltar. Ese saxo se altera, díscolo, imposible de controlar. Andanadas sonoras de menos de medio minuto. Títulos surrealistas, alguna poesía quedará.
Rachel X: leo su blog en un hotel de Salamanca cerca de la Plaza Mayor: sus confesiones, su escorpión azul. Estoy enganchado; ella es la responsable de que yo quisiera escribir uno también, un diario público y al final maldito.
A veces me olvido de todo, y es peor.
P.D. A Blanca Andreu, si viniera algún crepúsculo, estoy en Grecia, con la imaginación, las palabras de Homero, la figura vencida, cambiada por el vagabundeo, de Ulises, nuestro contemporáneo, quiero decir que te echo de menos, es decir, que me gustaría conocerte y hablar de la poesía que es el alma del mundo, y no acabará jamás.
... y su amor por John Zorn...
... y por el Arcoiris de gravedad de Pynchon...
Zorn y su Naked City, terrorismo sonoro, del que no abunda, más bien es único, él y su banda (sus bandas), la ciudad desnuda los hombres mueren en cualquier esquina y las guaridas están llenas de pecados, coños con problemas y eyaculaciones asquerosas. Cuando alguien va a ser tiroteado suena la música de Henry Mancini para la Pantera Rosa; también hay una dulce balada para las gatitas de Chinatown, las mujeres-serpiente de Saigon. El tema de James Bond no podía faltar. Ese saxo se altera, díscolo, imposible de controlar. Andanadas sonoras de menos de medio minuto. Títulos surrealistas, alguna poesía quedará.
Rachel X: leo su blog en un hotel de Salamanca cerca de la Plaza Mayor: sus confesiones, su escorpión azul. Estoy enganchado; ella es la responsable de que yo quisiera escribir uno también, un diario público y al final maldito.
A veces me olvido de todo, y es peor.
P.D. A Blanca Andreu, si viniera algún crepúsculo, estoy en Grecia, con la imaginación, las palabras de Homero, la figura vencida, cambiada por el vagabundeo, de Ulises, nuestro contemporáneo, quiero decir que te echo de menos, es decir, que me gustaría conocerte y hablar de la poesía que es el alma del mundo, y no acabará jamás.
Etiquetas: Estación baldía
posted by lukas at 10:23 a. m.
1 Comments:
Hay escrituras que te llevan a lugares que la imaginación fronteriza abre... Sí, es una experiencia por la que uno quisiera volver y volver.
Hay blogs a los que uno regresa. Es verdad.
Particularmente los de aventuras sexuales no me atraen porque abordan lo monotemático y me canso con el punto. Sin embargo, supongo que habrá algún blog que rompa con ese círculo vicioso y dote a su escritura de algo fuerte, más fuerte que lo que llamas porno. O sea que éste sería un pretexto para explorar lo más profundo, aquello que sale de las coordenadas
convencionales.
Gracias por mencionar a Blanca Andreu. La desconocía y leyendo su delicada poesía, sé que buscaré un libro suyo.
Gran salute Lukas.
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