jueves, agosto 02, 2007

Un respiro




Escucho algunas sonatas para clavicémbalo de Domenico Scarlatti en versión de Blandine Verlet. Y algunas de Antonio Soler por Rafael Puyana. Los ejercicios del napolitano, el virtuosismo del segundo, con un clave enérgico del intérprete. Algo parecido a la felicidad.

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1 Comments:

Blogger Boumóticas said...

El cuadro de Vermeer es hermoso. A este hombre le gusta más una ventanita o una cortina por donde entre la luz desde la izquierda... :) O los suelos de losetas, cual tablero de ajedrez... :)

7:40 p. m.  

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