viernes, septiembre 07, 2007

Conexiones (III)




Escucho Éclat, y luego, o tal vez antes y muchas veces porque fue hace años cuando la caja de la edición Hans Zender, Rituel, in memoriam Bruno Maderna, una obra monumental, de más de veinticinco minutos de duración, para ocho grupos orquestales, dividida en quince secciones, de un estatismo que puede parecer orientalizante, una larga procesión fúnebre para el amigo muerto demasiado pronto, un despliegue en la percusión como pocas veces se ha visto, el juego de lo estricto y lo que se deja hacer más o menos libre. Y no puedo escuchar Éclat/ Multiples, la continuación de la otra obra de 1965, la work in progress que tanto gusta a Boulez, y que casi dobla en duración a la pieza original, casi el doble de tu vida, y no llegarás a nada. Rituales, de Cees Nooteboom.



Finalmente, escucho Figures, Doubles, Prismes, una pieza de finales de los años sesenta, en donde Boulez muestra su particular fascinación por la mezcla de timbres. En Rituel, en cambio, el juego es el de la espacialización, y eso es más difícil de reproducir en una habitación privada.

Leo Hotel Nómada de Nooteboom, me embarco para Citerea, quiero decir Gambia, quiero soñar que estuve en un país de ríos anchos y de aguas sucias, pero no me acuerdo bien, voy a escribir un panfleto sobre la misoginia, tengo que reordenar el cuarto, mandar cajas de libros que no sirven para el sótano.

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