miércoles, septiembre 05, 2007

Conexiones

Veo un vídeo en donde Pierre Boulez ensaya el Concierto para orquesta de Bartók, con la Orquesta Filarmónica de Berlín, en el bello escenario de la iglesia de Santa María de los Jerónimos de Lisboa, creo que es en 2003, el documental es una producción alemana del canal ARTE (Sentimiento y Análisis), pero transmitido por un canal italiano, Boulez habla en alemán y hay subtítulos en italiano. Dura unos 50', y a la vez que se asiste a esos ensayos y Boulez explica las particularidades de la obra (que antes no me gustaba y ahora es maravillosa), el espectador puede conocer un poco cómo fueron las circunstancias del compositor en la nueva tierra, Estados Unidos.

Y Boulez escribió la mejor de sus obras, para mí, que es su Rituel, in memoriam Bruno Maderna, ritual-passacaglia-tombeau, 25' de pura música, una procesión circular, con la percusión destacando el dolor contenido por la pérdida del músico más brillante de su generación, muerto tan pronto, es la Orq. Sinf. de la BBC con el propio Boulez al frente, en el documental también nos cuenta cómo decidió dirigir, al no encontrar más que dos directores capaces de acercarse a la nueva música, que fueron, en aquellos años duros y enérgicos, Hans Rosbaud y Hermann Scherchen.



Me compro un CD con obras de la última época de Boulez, está a muy buen precio en ECI, me compro otra versión más de las Goldberg, si antes había sido por Trevor Pinnock, ahora es la de András Schiff, la conexión húngara para el gran piano de cualquier época.

Escucho en el PROM 68 la Música para cuerdas, percusión y celesta de Bartók, por la Orq. Fca. de Viena que dirige Barenboim, es una buena lectura, viva y colorista, aunque en el último movimiento los tempi son algo caprichosos; ese tercer movimiento siempre tan inquietante.

En la segunda parte más música húngara, mejor dicho, de compositores que nacieron allí, cuando eran otros tiempos, tal vez peores, pero se creaba mejor música. Kodaly con sus Danzas de Galanta, recuerdos tal vez de una infancia feliz; y Ligeti y sus Atmósferas, con ese comienzo que es un cluster que cubre ocho octavas, 89 partes, 56 de ellas para cuerda, no hay percusión, es una música-magma que se transforma constantemente, pero sin choques.

Stanley Kubrick utilizó tanto la obra de Bartók como la de Ligeti en sus películas. Kubrick el visionario.

Un perro muerto en la cuneta, parece que está dormido, al día siguiente está cubierto de moscas, la boca es una hendidura negra, una pata rígida, demasiado...

Un día de agosto salvo a un camaleón de ser atropellado.

Una tarde de agosto en el agobiante Madrid estoy a punto de ir al cine y ver La soledad de Jaime Rosales.

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1 Comments:

Blogger Rain (Virginia M.T.) said...

Dinamismo musical. Por mi parte voy a documentarme sobre Pierre Boulez. Y veré cómo poner mp3's en el puerto.

8:46 a. m.  

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