viernes, septiembre 28, 2007

Laberinto de la noche

veo a la negra que cruza la calle va a su lado un tipo bien vestido y con una tarta en la mano, se dirigen a un coche, ella entra y se sienta del lado del copiloto, lo sabía...

... escucho laberinto de la noche de Carlos Satué, una obra que es un concierto para saxofones, ensemble y electrónica en vivo, suena a cosa caótica, visceral pero todo eso ha sido meditado largamente, y la sombra de Francisco Guerrero se nota, no muy lejos, y me gusta que el autor hable en el descanso de sus comienzos jazzísticos y de su admiración por el último Coltrane, veo Sun Ship en una tienda de discos y me gustaría comprarlo, pero antes tengo que viajar en el Blue Train, emociones contenidas, como este Tree Line de Takemitsu con que acaba el concierto en Alicante, anoche...

... suena la Sinfonía nº 1 de Balakirev, es muy rusa, las dinámicas están muy conseguidas, hay muchos matices, suena el arpa con toda su belleza desparramada, Svetlanov dirige a la Orquesta Philharmonia (Hyperion, 1991), también hay un poema sinfónico llamado Rusia, y en cierto momento de la sinfonía, en su precioso movimiento lento, capto ciertas melodías de un tema de Franco Battiatto, cuando le dio por la Perspectiva Nevski...

... el día antes estoy con Michael Tippett, él mismo dirigía en 1993, cuánto tiempo ya, a la Sinfónica de la BBC, en sus sinfonías nº 2 y nº 4, si la primera es un poco convencional, hasta en sus cuatro movimientos, la Cuarta (que ya escuché una vez en la radio) es una obra de veinte años después, de plena madurez, una pieza "del nacimiento a la muerte", que crea con un teclado MIDI una respiración alucinante, que por momentos parece tan real que pone los pelos de punta, ese aliento vital que al comienzo es una exaltación y un impulso hacia delante y que en el momento final es un último aliento de la persona que se despide, que busca el camino, el viaje hacia las sombras; y esta música se convierte así en memento mori, y es tocar el cielo...

... compro nuevos CD's, nuevos vinilos que son ya viejos, que hablan las voces de unos años gloriosos para la fonografía, Thomas Beecham y su Haydn y su Mozart y su Richard Strauss; o los conciertos para piano de Mozart por Geza Anda; o los cuartetos a Haydn de Mozart por el Cuarteto de Praga; y la Quinta Sinfonía de Mahler por Tennstedt y la London Philharmonic; o las sinfonías de Beethoven por Bernstein y la NYPO...

... y Rubinstein tocando Chopin, y Benedetti-Michelangeli tocando el Carnaval de Schumann y otras piezas, y algo más que se me olvidó, como los Años de Peregrinación de Liszt, los buenos años por Suiza e Italia...



... me pierdo por casas que no son mías, que no conozco, cambio de libro y me marcho a los Tristes Trópicos, en donde los primitivos son más desgraciados, es lo que la gente no piensa, que son felices y pueden ser desgraciados, ordeno las Solitudes, de Tamia y Pierre Favre, me escondo detrás del barril destripado por la lluvia y la humedad, salto los charcos, veo animales que están en peligro, miro la marrana a punto de dar a luz, veo L'enfant de los hermanos Dardenne, estoy en la calle, tengo sueños venturosos, creo en unas cuantas cosas simples, la vida sencilla, el último libro de Peter Sloterdijk en La Central del Reina Sofía, a la hora de cerrar, una luna colgada allí sobre la estación de Atocha.

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2 Comments:

Blogger Rain en ZQ. said...

Lukas, escribes y tu blog se ensancha, vasto, como si se arrojara a un espacio infinito.

Peter Sloterdijk: imprescindible. Y al decirlo, me sonrojo. Apenas si conozco a Sloterdijk. Para conocerle más tendría que ahondar todos su libros...

7:16 a. m.  
Blogger lukas said...

Todos sus libros son por lo menos 500 €, un presupuesto no al alcance de todos, pero en fin, se puede empezar por el final, ése que habla del centro o el laberinto del capitalismo, para entender la globalización. O empezar por donde lo hice yo, con su historia del cinismo-quinismo, "Crítica de la razón cínica". Suerte!

11:19 a. m.  

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