viernes, octubre 26, 2007

La novela es un cadáver

... y Coetzee, uno de los mejores escritores del momento, lo sabe, por eso en su última obra va más allá de un género que se le ha quedado rancio para tratar lo que quiere tratar.

Como antes Sebald, Coetzee se apresta ahora a experimentar con nuevas formas, y por eso decide dividir en tres partes la página y dedicar la parte superior a las reflexiones de su protagonista, un viejo llamado C; la parte de abajo, en la primera sección, está dedicada a la historia "novelesca", en donde C cuenta cómo conoce a una mujer joven y atractiva; a partir de que ella comienza a trabajar para él mecanografiándole lo que escribe, las reflexiones de ella ocuparán la parte inferior, la tercera franja de esta página marcada, mientras que lo que él piensa de la historia sigue en el medio, ahora cada vez con menos espacio. Y esas Opiniones Contundentes que se van haciendo cada vez más fuertes...



Coetzee ha escrito un libro valiente, otra vez, en estos tiempos de cinismo asqueroso. Traza un magnífico retrato de la mujer contemporánea, una guarrilla que sabe muy bien manejar sus armas, ese culo que sabe poderoso, una mujer que piensa en cosas pornográficas y desprecia todo intento de pensar en cosas más serias (eso es de plastas).

Venga, decidme que hay un libro mejor ahora...

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2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

No lo he leído, pero pocos libros mejores que uno de Coetzee. Comparable a él poca gente, la verdad. Siempre es un gozo leerlo. Yo estoy ahora con Pascal Quignard, que tampoco es manco. Por cierto, yo solía escribirte hace tiempo, pero dejé mi blog. Aún así, he seguido leyéndote en mis avatares entre Málaga y Sevilla.

Saludos

1:09 p. m.  
Blogger lukas said...

Pues nada, me alegro que sigas leyendo, la verdad es que acabo de terminar el libro de Coetzee y se me queda una sensación agridulce, es bueno, pero lo que sucede es tan poca cosa, en comparación con todo lo vivido en su cabeza, que más que algo sucedido, parece algo soñado. De todas formas, y a pesar del placer que produce, es un camino que no debería seguir, es una escritura muy débil...

Quignard es otro de los grandes, al que tendré que volver alguna vez más, tal vez ése del sexo y el espanto.

SAludos!

10:10 a. m.  

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