miércoles, junio 18, 2008

Siempre igual

Ayer leí este artículo de Andrés Ibáñez, uno de los mejores textos que ha escrito este autor. Me quedé pensando seriamente en el asunto.

Escucho The Sinking of the Titanic de Gavin Bryars en una versión muy especial: es la música de la desolación, de los que se preparan para pasar al otro lado. Me quedo profundamente conmovido. Luego hay que salir a la luz hiriente del verano, toda la tristeza parece esfumarse. Es un mundo de colores, frente al mundo gris y tremendamente monótono del imperio de la mente.

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