jueves, septiembre 18, 2008

Hay una forma de cambiar el tiempo

Pongo la radio y está sonando Nacha Pop

No me da miedo lo que tú me digas,
ni esas historias del más allá,
sólo me asusta escuchar
los relojes en la oscuridad.

No cambiaría jamás
este universo informal.


y me traslada la música, la letra de la canción, su ritmo particular, a los años de la dulce juventud, años 80, cuando era feliz y no lo sabía, o eso me parece, y de repente aparecen por la biblioteca Thomas y su amigo (¿Ewin?), que buscan en alguna enciclopedia resolver una duda (si Argentina tiene mar por alguna parte; al final, Thomas sale sonriente, "he ganado", me dice susurrando). Es de noche y vamos a Lhardy, ese lugar de los ochenta en donde nunca entré, y de repente estoy en el interior de una vieja casa con muchos tabiques y los muros desconchados y siento un escalofrío, porque es todo muy viejo y sé que hay presencias que inquietan, pero

Voy caminando hasta la Ermita y allí están ellos, yo con la bolsa de periódicos y ellos con la cerveza metida en la bolsa, es el crepúsculo, o es el amanecer, y busco desesperadamente un servicio, y delante se me cruza esa tipa odiosa de Psicología Social, luego en el interior hay un tipo enano chorreando orina en el suelo, no sé cómo hacerlo, el WC está en alguna parte, perdido, como los Objetos de Hace Tiempo.

Si pones la radio, es Radio Fernando Palacios, todo chirría como una puerta vieja, de los años 80, hay una forma de irse de aquí, si abro la puerta descubro que ella se está duchando está llena de jabón, pero no es excitante, el pasado es una pesadilla que se recuerda con viveza.

No cambiaría jamás.

No creo en la bondad de los desconocidos (si son franceses), ingleses a lo mejor...

No hablo con nadie, me paso días encerrado, sueño que es un monasterio, tengo ganas de escapar y a la vez de hundirme más contra el suelo. Hay un zumbido en un extremo cerca del techo, no sé qué puerta es la correcta, no hay amigos, hay que caminar.

Sé que te irás, como todas. Mis problemas con la mitad de la humanidad. Las mujeres sólo quieren una cosa, el dinero, la paz, el crío, la ropa, las luces de colores, un aroma, una vela que nunca se apaga, una iglesia, un polvo, una película de llorar, una mano enemiga, una puerta trasera, vídeos porno non-stop, hay que hacer algo, pero todos los agujeros son calientes peludos y asquerosos.

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1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Y dale Perico al torno...que si hombre de Dios, que existe la BONDAD como la MALDAD.
Creo que tu problema es que esperas mucho de la gente , del dia a dia, y Lukas no hay que esperar nada , dejarse llevar y ya la vida ella solita te sorprende.
Prueba hacer el ejercicio de salir a la calle con una sonrisa ,por lo general aun sin hablar la gente te devuelve esa sonrisa..para empezar comienza por ahi, luego avanzaremos.
No te quedes con lo malo, siempre quedate con lo bueno, la vida es dura , no te cargues mas de peso.
Si me quedo , pero no dispongo de ordenador propio, tengo mis limitaciones de tiempo y espacio, pero todo sea para que creas en la Bondad entre "españoles".
Ayer cené con el alumno, una larga cena y en medio de ella una rafaga de luz, no descarta estudiar, al menos hay predispocición...y en la lejania leyó Cien años de Soledad...todo tiene su tiempo, calma Juan, no retengas a la gente a tu lado deja que ella se quiera quedar.

11:14 a. m.  

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