martes, octubre 28, 2008

Poesía básica

Hubo un tiempo en que leía poesía, en que la poesía habitaba en mí, fue en esos "años líricos" que dicen, cuando un río un amor me perdía durante horas, en que deseaba compartir el placer de una compañía con la magia de unos versos. Creo que el comienzo de todo fue con los Nueve Novísimos de Castellet en aquella vieja edición de Cátedra, que sobé todo lo que pude y leí con delectación durante meses, más allá de tener que devolver el libro a la biblioteca (entonces las bibliotecas eran lugares perfectos y acogedores, ya no). Luego fui tirando del hilo, me quedé con los raros y también con los homosexuales (yo no sabía nada de esto, Cernuda y Kavafis y Luis Antonio de Villena). La muerte únicamente. Una antología de éste, en donde estaba todo el culturalismo, en su mejor acepción. Ahora lo escucho en las recomendaciones de El Ojo Crítico, dice de un poeta murciano que no tiene voz propia, que se ha quedado en la estética culturalista de los ochenta y noventa, pero ya eso no va, ahora gusta más una poesía más personal, sin tantas referencias cultas y citas y lugares comunes, aunque estén elegantemente expresados. Luis Muñoz, por ejemplo. Antonio Colinas o Gamoneda pueden cansar en su misticismo de nuevo cuño. La poesía está en la prosa, no hay distinción. Pero claro, Lezama Lima es incomprensible, yo lo intenté, pero... Se quiere ahora una poesía más básica, no Bukowski, claro, pero al menos en la línea de los beats, a los que tanto amé en aquellos años oscuros del instituto, cuando me gustaba vestir de negro y escuchar músicas muy extrañas (pero entonces la música popular tenía garra, no como las cositas de ahora). Recuerdo siempre un librito de Gregory Corso, Gasolina y otros poemas, sus poemas como haikus. Recuerdo aquel libro de Kerouac, En el camino, Círculo de Lectores.

Ahora, ¿qué ha quedado de todo aquello? Abro un cuaderno que trato de llenar con poemas, poesía en castellano, por eso de las traducciones imperfectas, y apenas llevo siete u ocho poemas, no encuentro nada que me guste. La joven poesía me parece llena de tonterías, porque se vive una vida banal, puede ser. ¿Cómo crear cuando se vive tan bien?

Estoy preparando el desayuno, un té negro, pero nada elaborado, de sobre, y estoy apoyado en la encimera debajo de la ventana y hay un papel de periódico desplegado, y es en la sección de contactos, relax and do it, y leo:

MADURA, he pillado a mi marido con otra y quiero vengarme. Te enseñaré a follar. 679209443

MÁLAGA. Rubia de bote, chochete negrote, 120 pecho, tragona. 618332238

¿Es esta la única poesía posible en tiempos de crisis?

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