lunes, septiembre 03, 2007

Coltrane parasiempre

El otro día escuché My Favorite Things, pero no el álbum de 1960, que contiene éste y tres temas más, sino una jam session apoteósica, de casi una hora de duración, en donde el tema estrella es variado hasta lograr que el oyente levite, o casi. Comienza con un solo de contrabajo, que dura más de 15', para luego hacer su entrada los otros tres músicos (y a partir de aquí el sonido es brillante, antes hay un poco de reverberación); el saxo soprano es siempre la estrella indiscutible. El estribillo aparece con toda su calidez y lirismo, pero luego la obra se aleja, a veces muchísimo, de ese terreno conocido, y a veces parece perderse en regiones extrañas, tal vez interestelares. Pero luego vuelve, y como ya digo, cerca del minuto cincuenta se produce un clímax emocionante, con el instrumento de metal brillando como nunca, en un paroxismo maravilloso. Así, poco a poco, se va descendiendo hasta ese minuto 57, y luego los aplausos de un público que seguro que disfrutó de lo lindo. Me gustó también ese momento de diálogo piano-batería, antes del clímax indicado.

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